Harry.¡Oh por Dios, la había besado! ¡La besé!, había decidido declararme, realmente a eso iba a su casa, yo sabía que no saldría Jade me lo dijo pero esta noche no había podido, mamá me llamo después del beso diciendo que necesitaba llevarle queso urgente, un queso arruinó mi momento. La vería mañana y mañana le diría, antes de que terminara con esto.
(...)
Llegué a casa de Rachel a eso de las 12:45, su madre me había dicho que la reunión sería a las 12:30, toqué el timbre como pude, ya que sostenía un ramo de tulipanes en mi mano derecha y la caja de chocolates en la izquierda, razón por la que había llegado tarde, segundos después la puerta se abrió dejándome ver a la madre de Rachel.
— Hola cariño, ¿cómo estás? pasa.— Se hizo a un lado dejándome pasar.
— Hola Claire, Bien gracias, ¿usted?— Respondí amable, ella sonrió.
— Bien, estamos en el jardín, pero Rachel está en su habitación amaneció enferma, no creo que baje, puedes pasar a su habitación.— Señaló las escaleras, ¿Enferma?, asentí desconcertado.
— Esta bien iré a verla y a llevarle esto.— Levanté las cosas en mis manos, ella sonrió enternecida.
— ¡Oh Harry eres tan lindo, estoy segura que le encantara y le subirá el ánimo!— Chillo emocionada, me sonrojé un poco mientras relajaba mi rostro caminé a las escaleras.— Y Harry la puerta abierta.— Advirtió señalándome con su dedo índice.
Solté una risita y asentí.— Está bien.
Subí las escaleras lo más rápido que pude ya sabía cual era la habitación de Rachel, subes las escaleras segunda puerta a la izquierda. Antes de entrar di dos pequeños toques, en caso de que estuviera dormida no quería despertarla. Escuché unos pasos acercarse, de inmediato pasé mis manos para atrás.
— Mamá ya te dije que no bajaré.— Habló con una voz ronca mientras abría la puerta, levantó su mirada y abrió los ojos sorprendida.— ¡Harry!
— Hola, linda pijama.— Sonreí al verla con su pijama de conejitos, ella se sonrojo mientras caminaba de vuelta a su desordenada cama.
— Iba a mensajearte para decirte que no vinieras, no bajaré no me siento bien.— Hizo una mueca mientras se tapaba con su frazada.
— Tranquila, me gusta estar contigo, no importa si estas enferma.— Al terminar de decir eso, fue cuando me di cuanta de lo que había dicho, baje la mirada al sentir calor en mis mejillas, ¿Qué rayos me pasa por qué dije eso?
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Adore you | h.s
أدب الهواةMis ojos te adoran, pero es mi alma la que se enamoró de ti