Adore you | h.s

CAPITULO 49

Harry.

Creo que mi problema con la bebida aumentó, arrugo mi nariz cuando camino por mi departamento, de inmediato mis fosas nasales se vieron inundadas por el olor a tabaco, cerveza, tequila, no puede ser ¿marihuana? puaj; había perdido el conocimiento que no sabía ni siquiera que día era hoy, me había ahogado en alcohol, me sorprende no haber tenido una congestión alcohólica, hoy había sido el primer día que me encontraba sobrio, necesitaba urgentemente un suero, o un garrafón entero de agua.

Me quejé cuando unos golpes muy fuertes en mi puerta se hicieron presentes, ¿quien molestaba?

— ¡Eres un idiota!— Gritó Jeremy cuando abrí la puerta, ¿éste que quiere aquí?, tal vez y se enteró lo que pasó con Rachel, pero no era para tanto para que quiera venir a golpearme.

— ¿Qué te pasa?— me defiendo cuando me toma por el cuello de mi camisa.

— Eres un hijo de puta, por tu culpa, por tu puta culpa Rachel recayó, está en coma por tu jodida culpa.— me empujó haciéndome caer.

— ¿C-coma?— pregunto aturdido.

— Te voy a romper la cara, te lo advertí aquel día, Rachel ha sufrido mucho y tú parece que pensaste que no tuvo suficiente, ¿cierto?— se estaba acercando así que de inmediato me puse de pie.

— ¿Qué le pasó?, no sé de que me hablas.

¿Rachel en coma?, no puede estar hablando enserio, ¿cuántos días han pasado?

— Por supuesto que no, ¿Estás drogado?, huele como la mierda, mientras tu te ibas de fiesta, mientras te ahogabas en alcohol ella no salía de su habitación, no comía, no hablaba con nadie.— gritó molesto.— No me molestaré en golpearte porque se que a pesar de todo LA QUIERES, pero no eres lo suficientemente HOMBRE para aceptarlo, para estar estable en una relación, no sé que pasa por tu cabeza, pero sé que esto poco a poco te irá matando, no hablo de morir, pero si estarás sufriendo, hasta que sientas lo que ella sintió en estos días.— dice con un tono de voz lento y sus ojos inyectados en sangre.

— Yo... no tenía idea, yo quería disculparme y pensaba hacerlo pero... fui a un bar y perdí el conocimiento, no sé que día es hoy, fumé, me drogué, no sé nada, yo no quería que esto pasara, la quiero y sé que soy un pendejo por lo que le hice, no lo pensé pero verla con Zayn, no me gustó, los celos me cegaron y el enojó me dominó.— expliqué cabizbajo, la puerta se abrió de golpe y entró Liam.

— Jeremy no vuelvas a salir de esa forma y menos diciendo eso.— Le regañó acercándose a nosotros.

— No le iba hacer nada, el mismo lo hará y creo que ya está comenzando.— miró con desprecio mi departamento y a mí, para luego salir de la habitación.

— La cagué Liam, ¡joder! la cagué.— dije con irá, tomé la botella de tequila del centro de la mesa y le bebí.

— ¿Cuánto tiempo has tomado Harry?— se acercó más a mí con su mirada de preocupación.

— No lo sé, ¿Qué día es hoy?

— Jueves.

— Lunes.— solté un suspiro.— ¿Cómo está ella?

— No comía, ni salía de su habitación, al parecer vomitaba, se desgarró algo dentro de su estómago y hoy comenzó a toser sangre cuando se desmayó, entró en un coma, no saben cuando vaya a despertar.— explicó pasando sus manos por su cabello.

— Es todo, soy un idiota, un completo idiota.— aventé la botella de tequila contra la pared provocando que esta se quebrara y todo el líquido se esparciera por el piso.

— Tranquilo Harry.— Tomó mi brazo y me hizo sentar en el sofá.

Mis ojos ardían, me quería morir, ¿cómo le había hecho algo así a ella, a quien se supone que quiero?, un sollozo se escapó de mis labios, Liam me tomó de los hombros y me acercó a él, como un padre lo haría con su hijo. ¿Cómo es posible que se comportara así conmigo?, Rachel es su mejor amiga aún más que yo, sin embargo aquí está consolándome, consolando a un idiota que se daña a si mismo.

Zayn.

Por fin la enfermera nos había informado que Rachel ya estaba instalada en un habitación, podíamos pasar a verla, no me lo repitió dos veces cuando yo ya estaba caminando a la habitación 215. Empujé la puerta y entré, ella estaba acostada en esa cama con un tubo por su garganta, y muchos cables; odiaba verla así, tragué duro para acercarme a ella.

— Hola linda, soy Zayn.— tomé su mano acariciandola.— Por favor despierta, no quiero verte así, quiero verte sonriendo, no soporto que estés así, desearía poder tomar tu lugar, o simplemente que esto no hubiera pasado, debí insistir mucho más en que abrieras para que pudieras comer, tal vez y esto no estuviera pasando, no me voy alejar de ti hasta que estés bien, no me importa si por las noches me tengo que escabullir para poder pasar la noche contigo, lo haré.— sorbí mi nariz, ¿en que momento comencé a llorar?. Apreté mas su mano y me acerqué a besar su frente.— Eres fuerte, despertarás pronto lo sé.

— ¡Rachel, oh Dios mío!— Jade entró a la habitación y de inmediato corrió a darle un abrazo.— Despierta por favor, resolveremos el dolor juntas, yo siempre voy a estar para ti, despierta.— Louis se acercó a ella y sobó su espalda.

— Amor siéntate aquí, de seguro es más cómodo que las sillas de la sala de espera, necesitas descansar.— besó su mejilla, Jade asintió y se sentó haciéndole caso.

— Ella va estar bien, ¿verdad?— Preguntó Niall, acercándose como un niño pequeño a la cama.— Rach despierta, prometo dejar que aprietes mis mejillas las veces que quieras, prometo darte de mi comida cada vez que traiga. ¡Ya sé! te dejaré ganar en todos los juegos de mesa que hagamos, te regalaría helado de oreo, sé que es tu favorito.— la abrazó.— Te quiero Rachel, siempre serás mi mejor amiga y yo sé que despertarás yo lo haría después de haber mencionado el helado.

Los chicos se fueron a descansar, les dije que les haría llegar cualquier cosa que pasara, Louis tenía que llevar a Jade a casa, en su estado no puede quedarse a dormir en las incómodas sillas de la sala de espera, Niall mañana tenía que ir a la universidad a presentar un examen, Jeremy y Liam no habían aparecido después de que se fueron. Solo estaba yo junto a Rachel.

Lucía tan indefensa, comenzaban a notarse un poco mas sus clavículas, estaba pálida y el cabello había perdido un poco el brillo, pero ella seguía siendo hermosa.

— No sé por qué tengo la sensación de que me escuchas y eso de alguna forma me tranquiliza,  recuerdas aquella vez que nos hemos puesto a imitar videos de youtube e hicimos el que tomamos agua pero no la pasamos sino que la dejamos en nuestra boca, vemos videos graciosos y el que se ría moja al otro.— solté una risita.— yo sé que lo recuerdas, porque te reías sin razón solo para echarme el agua encima.

Suspiré.

— Aquel día en el que hicimos una apuesta estupida pero consistía en que si perdía me maquillabas, me ponía peluca y me vestía de mujer para luego salir a la calle, recuerdo que le gritabas a todo el mundo "Miren todos les presento a mi tia Veronica", recuerdas como me caí con los tacones frente a unas chicas.— Reí de nuevo.— no acabaría si dijera todas las cosas que hemos hecho, solo es para recordarte lo feliz que es pasarla con amigos, lo feliz que es pasarla... juntos.— acaricié su mejilla.— Como desearía que me quisieras, como yo lo hago.— susurré con mi voz ronca.

Revisé el reloj en la parte de enfrente, 12:38 Am, me acomodé en el sofá y sin soltar su mano me recargué boca abajo en la camilla para dormir un poco cómodo.

— Hasta mañana amor.— susurre bajo, posteriormente cerré mi ojos, entrando en un profundo sueño.