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— ¿P-puedo pasar?— Me quedé viéndolo como si ahora debido a mi falta de dormir estuviera alucinando.— ¿Rachel?
Sacudí disimuladamente mi cabeza mientras asentía aún petrificada de que él estuviera aquí. Cerré la puerta una vez que él estuvo adentro, le indiqué con mi mano que pasara más allá de la recepción.
— ¿Cómo estás?— Pregunta tímido tratando de romper el silencio incómodo que se había creado. Yo asentí.
Maldita sea Rachel, habla.
— B-bien.— respondo seca pero sin dejar de observarlo, ¿en verdad estaba aquí?— ¿Tú?
— Bien, me estoy adaptando bien en Los Angeles, ¿cómo vas con las clases?
— ¿Qué haces aquí?— Solté a luego de entrar en cuenta de que Zayn estaba enfrente de mí. Me senté en uno de los sofás sin quitarle la mirada.
— Rach lo siento por irme así... pero tenía que hacerlo.— se sentó a mi lado, le mostré una mirada de "¿es enserio?".
— Por supuesto que no, podríamos arreglar todo, solo pensaste en ti, ¿no pudo pasar por tu cabeza que tal vez podría necesitarte?, en ese momento mi vida era una mierda Zayn... mis padres me dejaron porque tenían cosas más importantes, dime ¿qué es más importante que su hija?, con Jeremy las cosas ya no son como antes y los chicos... los amo pero todo para ellos es un juego, excepto por Liam pero estoy segura que mis conversaciones ya lo han aburrido, Jade está embarazada creo que tiene suficientes problemas controlando sus hormonas, quedé sola, tuve que salir de esto SOLA, que por cierto estoy orgullosa de eso pero te necesitaba, eras mi mejor amigo, solo tú sabías escucharme, te llamé, te llamé y te llamé, había momentos en los que sabía que podía recaer y te llamaba obteniendo como respuesta la línea muerta debido ¿a qué?... ¡Ah sí! ¡A que me bloqueaste!— Le di una sonrisa llena de ironía.— Ahora dime... ¿Qué tan mal la pasaste tu?
Rasco su nuca mientras hacía una mueca.
— En realidad... hice amigos, no fue tan malo.
— Me alegro, que al menos uno de los dos se la haya pasado de maravilla, ¡yupi!
— ¡Deja de comportarte como una estupida niña de 8 años!— Dice a la defensiva, yo abro mi boca en sorpresa.
— ¿Qué carajo haces aquí?— Replico enojada.
— Harry me llamó, dijo que las pesadillas volvieron, yo mismo te escuché estabas llorando.— Me señaló.
