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A la mañana siguiente desperté sintiendo como si mi mejilla palpitara, hoy era el día de la mudanza y los chicos no tardaban en llegar para ayudarme, salí de mi habitación mi boca pedía agua, consecuencias del alcohol, ahorita mismo podría beberme un galón entero de agua.
Al llegar a la cocina me encontré con Zayn preparando el desayuno. Me quedé embobada viéndolo aún no se daba cuenta que había llegado, pero se nota que le da duro al gimnasio, se encontraba sin camisa, mientras se movía, los músculos de su espalda se contraían, de repente se volteó y me atrapó viéndole.
— Una foto dura más.— Me dijo con una sonrisa burlona.
— Cállate.— le sacó la lengua, el se queda viéndome, en específico mi mejilla y se acerca.
— ¿Te duele?— Pregunta acariciando por encima.
— Un poco.— hice una mueca, mentí ya que no quería hacerlo sentir mal.
— Los chicos me matarán al doble.
— ¿Porqué?— Frunzo el ceño mientras me siento en el taburete.
— Por haberte llevado a la fiesta esa y por eso.
Señaló mi mejilla.
— Tranquilo se los explicaremos.
— Lo digo en serio Harry va a matarme, él practica boxeo si da miedo.— soltó con miedo.
— No te golpeará, no lo dejaré.— toqué su hombro tratando de darle tranquilidad.
El sonido del timbre nos interrumpe, camino a la puerta dejando a Zayn en la cocina, abro el primer portón dejando pasar a quien sea que fuera.
Abro la puerta y me encuentro con Niall, Louis y Jade.
— Hey, ¿como est... pero qué demonios te pasó?— dice Jade subiendo la voz.
— Larga historia.— camino a la cocina con ellos detrás.
— Wowowo... ¿qué está pasando aquí?— Pregunta Louis al ver a Zayn, en mi cocina y sin camisa.— ¿y qué te paso en la ceja y el labio?
— No pasa nada entre nosotros y...
— ¿Se pelearon entre ustedes?, Zayn sabes que no debes golpear a las mujeres.— Regaña Niall muy a la defensiva.
— ¡No!, no hemos peleado entre nosotros, ¡por Dios Niall! ¿quién crees que soy?— replica Zayn un poco enojado.
— Entonces, ¿qué pasó?— Pregunta Jade perdiendo el control.— ¿Porqué tiene ese golpe tan feo?
