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3 días, 3 malditos días llevaba aquí tirada en mi cama sin querer ver a nadie, y es que después de aquella noche unas fotos habían llegado a mi celular. Al parecer Harry se ha estado divirtiendo mientras yo estoy en cama tirada con aspecto de zombie, aislada del mundo, de mis amigos.
— Si no sales de esa habitación, te juro que me pondré a buscar otra chica para que sea la madrina de mi bebé.— gritó Jade del otro lado.
Yo seguía en mi cama hecha bolita, no había comido, ni me había duchado, para lo único que me había puesto de pie en estos días era para ir al baño y no solamente para hacer mis necesidades, había estado vomitando. ¿Porqué? No lo se, y eso comenzaba a preocuparme. Los chicos me habían visitado pero no quería ver a nadie.
— ¡Si no quieres que tu puerta esté destrozada, abre la maldita puerta Rachel!— Escuché la voz de ¿Jeremy?— No puedes recaer, no de nuevo, por favor necesitas comer, déjanos entrar.
Mientras más pronto les abra, más pronto se irán. Sonaba mal educada y grosera pero no quería ver a nadie.
— Llamaremos a tus padres.— dijo enojado Zayn.— yo sé que tu no quieres eso, por favor abre.
No yo no quería eso, no quería que mis padres supieran. No sé de donde saqué mis fuerzas para levantarme, me sentía muy débil, quité el seguro de la puerta, me di vuelta para caminar de regreso a mi cama cuando la puerta se abrió.
— ¡Rachel!— Gritó Zayn corriendo a mí.— Dios mío, mira como estas.— acarició mi mejilla.
— Yo...— Comencé a toser.
Jade soltó un grito cuando miró mi mano.— Estás sangrando.
— No... me...— de pronto todo se volvió negro, lo último que escuché fueron los gritos de los chicos.
Zayn
Sentí como Rachel se desmayó en mis brazos y todos los chicos se acercaron.
— Rachel.— Comenzó a sollozar Jade, Louis se acercó a calmarla eso no era bueno para ella, no se podía alterar.
Me levanté de mi lugar tomándola en mis brazos, Harry es un idiota, juro que si lo vuelvo a ver le voy a romper la cara. Ira, enojo, era lo único que inundaba mi cuerpo al pensar en él, tratar de esa forma a Rachel... intenté calmarme traía a la chica que amo en mis brazos no quería dejarla caer.
¡Por que si!, maldita sea la amo pero ella no me ve como nadie más que su mejor amigo y eso me mata.
Salí del ascensor y el portero apenas me vio con ella en brazos, abrió la puerta dándome permiso de pasar.