¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Rachel? ¿Estás bien?— Preguntó Zayn desde el otro lado de la puerta del baño.— ¿Quieres que llame a un doctor?
— Estoy bien... algo me ha caído mal.— Respondo luego de jalar la cadena para que se lleve todo el almuerzo de esta mañana.
Me lavé los dientes para después salir del baño.
— ¿Estás segura que estás bien?, estás pálida.
— De seguro y ese restaurante al que hemos ido a almorzar no ha sido tan bueno como parece.— Susurro tomando un vaso de agua esperando que se me pase el malestar.
— Lo sé, bueno ¿te sientes mejor o vamos otro día?
— No, está bien, vamos.
Habían pasado dos meses desde la boda de Jade y Louis, ambos disfrutaban su vida de casados, junto a su pequeña hija de 10 meses. Zayn en éste momento estaba conmigo ya que estaba de visita y en unos días era el cumpleaños de Jo, por lo que quería que le ayudara a comprar un buen obsequio. No ha pasado realmente nada interesante, Harry y yo seguimos mejor que nunca, aunque hace una semana tuvo que viajar para establecer un negocio en Estados Unidos, llegaba en dos días; yo seguía trabajando en la empresa del señor Davies, el trabajo era cansado y muy pesado pero no cabe duda que tendré una recompensa al terminar el año, estaba tan segura de eso.
— ¿No ha llamado Harry para asegurarse de que no ha pasado nada entre nosotros?— Se burló mientras íbamos en su auto camino al centro comercial.
— En realidad, no ha llamado desde ayer.— Hice una mueca.— Tal vez y está muy ocupado.
— Si los negocios siempre son duros y...
— ¡Oh por Dios, detén el auto!— Grité llevando mi mano a mi boca.
— ¿Qué mierda estamos en plena carretera cómo quieres que lo haga?— Dice molesto.
— Hazlo ahora si no quieres que vomite tu auto.— Él hace un ruido con sus llantas y sale de la carretera, apenas siento que se ha detenido y bajo.
— Comienzo a preocuparme, vamos a un doctor Rachel.— Negué mientras sacaba un pañuelo desechable.
— Estoy bien.— Mis piernas comenzaron a temblar haciéndome perder el equilibrio, Zayn se apresuró y me tomó de la cintura.
— No me importa lo que digas, ahora mismo iremos al hospital, al menos para que te de algún medicamento, sabes que esto te puede hacer daño en especial a ti, sabes lo que puede pasar.— Acarició mi mejilla, mis párpados pesaban y todo se volvía negro en algunos momentos, así que sólo me limité a sacudir mi cabeza de arriba a bajo.— Ven para que subas al auto.
