CAPÍTULO 4. Shiho no es Akemi

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     De repente la chica empezó a descender las escaleras ante la atónita mirada del grupo que estaba abajo. Yusaku apreció la hermosura de la chica, sintiendo orgullo de su mujer por haberla potenciado de esa manera.

     El profesor no podía abrir más sus ojos y su boca. Agradecía enormemente que ya no llevase puesta esa bata y al mismo tiempo no salía de su asombro. ¿Cómo era posible que esa pequeña niña condescendiente, que había acogido en su casa, fuera en realidad aquella hermosa y delicada chica que bajaba las escaleras? pensaba el hombre aún sorprendido.

     Shinichi no podía dejar de mirarla, se había quedado paralizado. Definitivamente y con ese nuevo pelo, no se parecía en nada a la Haibara que él conocía, más bien con ese color y largo del pelo a quién le recordaba era a Ran. El chico se ruborizó, era como ver a Ran, pero derrochando una sensualidad y magnetismo que sólo alguien con la seguridad de Shiho podía irradiar.

     Los más afectados fueron los dos hombres que faltaban, aquellos que hacía escasos minutos peleaban como los enemigos que eran. Parecía como si Amuro y Subaru hubieran recibido el impacto de un rayo, tenían los pies fijados al suelo y la mirada clavada en ella. ¡¡¡¡No puede ser!!!! pensaron los dos al verla.

     El primero en reaccionar fue Subaru

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     El primero en reaccionar fue Subaru.

- No... no es posible... -Se atrevieron a salir esas palabras de su boca cuando la chica estuvo a un metro de él-. Tú... tú estás... ¡¡¡estás muerta!!!

-          Subaru ¿de qué hablas? -preguntó Yusaku

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- Subaru ¿de qué hablas? -preguntó Yusaku.

- ¡No puede ser! -repetía el hombre.

     Subaru se acercó a Shiho para poder examinarla con detenimiento. Se puso frente a ella y la agarró por los brazos. Miró a los ojos a la chica y la acorraló hasta que su espalda chocó contra la barandilla de la escalera.

- ¿Qué haces? -preguntó la chica bastante molesta. Aquel hombre nunca le había inspirado demasiada confianza y ahora la tenía totalmente en jaque.

- A... Akemi -dijo Subaru con voz temblorosa.

- No soy... -La chica no pudo terminar la frase.

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