CAPÍTULO 19. Cómo perder una apuesta

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     El siguiente vídeo empezaba casi como había acabado el anterior. Shiho y Key estaban en uno de los largos pasillos de la residencia compartiendo un acalorado momento. El joven agarraba a la chica con sus enormes manos rodeando la nuca y la cintura de ella mientras la besaba sin apenas parar para respirar. Key aprovechó la ventaja de su estatura sobre la de Shiho para apoyarla sobre la pared y besar su cuello sin piedad. La chica notaba como el calor de su pecho se distribuía travieso por su entrepierna. Empezó a jadear y a sentir una excitación que se escapaba de su control. Entonces puso sus manos sobre el pecho de Key para separarlo un poco de ella. Necesitaba recuperar el aliento y la cordura que el chico le acababa de arrebatar. El joven se dio cuenta de la ardiente excitación de la chica y le agarró por las muñecas para orientar las manos de la joven deslizándolas por el propio cuerpo del chico. Shiho se ruborizó aún más de lo que ya estaba y apartó las manos con nerviosismo cuando éstas rozaron el miembro erecto de Key, siendo él mismo quien le había guiado las manos hasta ahí.

-          Vamos a tu cuarto

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- Vamos a tu cuarto... -sugirió el chico con voz profunda y tentadora en un susurro.

- Será mejor que lo dejemos así -dijo Shiho con contundencia.

- Vamos S... nunca me dejas ir más lejos... -Se quejó el chico imitando a un niño que se queda sin postre.

- Si nunca te dejo ir más lejos ¿qué te hace pensar que esta vez será diferente? -preguntó Shiho con ironía.

- En algún momento tendrá que apetecerte ¿no? No es posible que siempre te pille sin ganas... no me lo creo...

- Es posible y lo es, así que ya puedes creértelo -contestó tajante.

- Pero seguro que ya te habrás acostado con otros tíos de por aquí... entonces el problema lo tienes conmigo, ¿no te gusto lo suficiente? -Intentaba comprender el joven.

- No, no es eso... no me he acostado con ningún otro tío de los de por aquí... no es por ti.

- ¿Que qué? ¡¿Llevas aquí dos años y no te has tirado a nadie?! -preguntó Key sorprendido con los ojos abiertos de par en par.

- Shhh... Key baja la voz, no seas escandaloso, no tiene por qué enterarse toda la residencia de mi vida sexual... -Le regañó la chica.

- Querrás decir de tu ausencia de vida sexual... -aclaró el joven-. No será porque no has tenido cientos de oportunidades... ¿Por qué no te has acostado con ninguno? -Quiso saber la curiosidad del chico que le estaba matando por dentro.

- Pues porque no, porque no tengo ganas, no soy un tío que sólo piensa en meterla veinticuatro/siete -dijo la chica molesta.

- A ver, te puedo comprar ese argumento... pero verás, eres una adolescente en plena efervescencia hormonal, y seas chico o chica a tu edad tienes que estar que te subes por las paredes... Eso es así, aquí y en Japón... Así que no entiendo cómo es posible que si te llego a poner tan cachonda como lo acabo de hacer no te mueras por arrancarme la ropa.

SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora