CAPÍTULO 14. C.O.

27 2 0
                                    

     Cuando llegaron a la cocina Key puso unas pizzas al horno y mientras se hacían, sacó un licor de uno de los estantes junto con un par de copas. Las llenó generosamente y le ofreció una al chico.

- ¿Qué es? -preguntó Shinichi con curiosidad.

- Tú cierra los ojos y pruébalo, y luego me dices qué te parece.

     El detective obedeció, cerró los ojos y se llevó la copa a los labios, dio un sorbo primero y un trago después, apretó un poco los ojos cuando el alcohol quemó su garganta y luego los abrió.

- ¿Qué has sentido? -preguntó Key.

- Primero su frescura, luego estaba muy dulce y por último quema bastante en la garganta.

- ¿Y eso no te recuerda a alguien? -preguntó sonriendo-. Tú ya conoces el sabor de S, ya la has probado... pues el que le puso su nombre en clave sabía muy bien qué alcohol asignarle -explicó el informático mientras le daba la vuelta a la botella para mostrar el nombre en la etiqueta.

- Sherry... -leyó Shinichi-. Le pega mucho sí... -dijo con una media sonrisa-. ¿Quién le puso el nombre de Sherry? -preguntó con ganas de seguir descifrando pistas sobre el pasado de su amiga.

- Gin -contestó el chico poniendo cara de asco.

     Ese nombre ya había aparecido varias veces aquel día, parecía ser una persona bastante recurrente en el pasado de Shiho. El chico iba a seguir indagando, pero en aquel momento apareció su amiga por la puerta.

- Mmm... ¡pizza! -exclamó oliendo lo que se horneaba con una sonrisa.

- ¡Mierda! -saltó Key rápidamente para sacarlas del horno antes de que se quemaran.

- ¿Cómo te encuentras Haibara? -preguntó el detective preocupado por la chica.

- ¿Quién es Haibara? -preguntó Key dejando las bandejas en la encimera.

- Soy yo, cuando tenía que ocultar mi identidad siendo pequeña -aclaró Shiho-. Estoy bien, gracias por preocuparte. -dijo dirigiéndose al detective-. Pero creo que ya no deberías llamarme así...

- Cla...claro... ¿Miyano-san? -dijo el detective siguiendo las normas básicas de trato japonesas.

- Miyano... -repitió con una risa tímida-. Miyano eran mis padres y mi hermana...

- S, te llamas S, ¿qué es eso de tanta formalidad? Los japoneses sois muy raros... -dijo Key mientras se metía un trozo de pizza en la boca.

- S, entonces -dijo Shinichi.

- ¿Cómo te llamabas tú cuándo eras un crío? -Le preguntó Key al detective.

- Conan, Conan Edogawa.

- Y apuesto a que hasta teníais personalidades muy distintas cuando eráis pequeños ¿verdad?

- Algo diferentes sí... -dijo Shiho recordando sus días en la primaria de Teitan.

- Ya veo... -siguió comiendo el chico mientras su cabeza no dejaba de funcionar.

- Oye S... ¿luego podemos hablar a solas? -preguntó Shinichi.

- Claro, ¿qué pasa, va todo bien?... -quiso saber la intrigada chica.

- Sí... es... por lo que pasó en la caja -dijo mientras se sonrojaba.

- Ah... por mí no hay nada de qué hablar -dijo ella algo nerviosa-, fue una pesadilla, no ocurrió de verdad, por lo tanto, no hay por qué hablar de ello... a no ser que tú quieras, claro...

SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora