CAPÍTULO 23. Tokio

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      Se produjo un nuevo corte en el vídeo que dejaba ver a Shiho en su nueva casa, un pequeño apartamento, anexionado a una red de residencias conectadas por pasarelas unas con otras, todo ello propiedad de la organización. Se le había propuesto vivir fuera del área de vigilancia, pero ella no tenía nada que esconder, y aquel lugar estaba a escasos minutos a pie del laboratorio donde empezaría a trabajar en un par de días, así que decidió quedarse en las instalaciones controladas por la organización. Empezó a acomodar su casa cuando recibió la visita de Akemi. Su hermana le contaba con lujo de detalles cómo había conocido al amor de su vida. Se quedaron varios minutos hablando de Dai Moroboshi (Shuichi Akai, en realidad).

- Tengo que presentarte a Rye en cuanto estéis los dos libres, es un amor, te va a encantar -decía Akemi emocionada.

- ¿Rye? ¿No me habías dicho que se llamaba Dai?

- Sí, Rye es su nombre en clave para la organización... Imagino que él te llamará Sherry, aunque para mí es impensable llamarte así... Tú siempre serás mi Shi-chan.

- Estoy deseando conocerlo onee-chan.

- ¡Me alegro tanto de que estemos juntas de nuevo! Me divertí mucho con tus amigos en tu graduación... imagino que los echarás de menos...

- Sí... -contestó la joven apenada.

- Bueno, intentaré que nos veamos todos los días para compensar por todos los años que hemos estado separadas.

- Gracias Akemi, así no me sentiré tan sola -Shiho le regaló una media sonrisa a su hermana.

        El vídeo sufrió otro corte y en las siguientes imágenes se apreciaba como Shiho se enfundaba una bata blanca y comenzaba su liderazgo en el laboratorio

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        El vídeo sufrió otro corte y en las siguientes imágenes se apreciaba como Shiho se enfundaba una bata blanca y comenzaba su liderazgo en el laboratorio. Se encontraba abordada por la situación, intentando mantener el tipo, enfrentándose a un equipo de científicos que le sacaban varios años, tanto en edad como en experiencia. Se refugió en el despacho que le habían asignado y respiró profundamente unas cuantas veces. Entonces, alguien tocó a la puerta, haciendo que la ansiedad regresara a la chica sin remedio.

 Entonces, alguien tocó a la puerta, haciendo que la ansiedad regresara a la chica sin remedio

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