CAPÍTULO 21. El hombre adecuado

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      Las dos chicas estaban en la habitación de Vi besándose con pasión. Llevaban una ropa diferente a la que portaban en la secuencia anterior, por lo que se podía entrever que el encuentro estaba sucediendo en un día distinto. Cuando más concentrabas estaban, unos golpes al otro lado de la puerta las devolvió a la realidad.

-          Vi, ¿tienes maría?, se me ha acabado

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- Vi, ¿tienes maría?, se me ha acabado... -sonaba desde el otro lado la voz de Key.

- ¿Le decimos que se una? -Le preguntó Vi a Shiho en voz baja.

- ¿Tú crees que querrá? -preguntó indecisa la chica.

- Si se niega le inyecto ketamina para sacrificarlo sin dolor, sería lo mejor que podría hacer por él... -dijo la joven entre risas.

      Shiho no estaba tan segura, ya que en la última conversación que habían tenido al respecto, Key le aseguraba que no iba a poder verla como una posible pareja sexual después de todo lo que sabía. Sin embargo, con Vi era diferente, con ella sí podía tener sexo y había pasado por lo mismo que ella. Será porque a ella la ama... pensó Shiho intentando dar explicación a los pensamientos y conductas de su amigo.

- ¡Pasa! -gritó Vi para hacer entrar al muchacho.

      Key se adentró en la habitación y se quedó hipnotizado ante las dos bellezas semidesnudas que se encontraban en la cama.

- ¿Interrumpo algo? -preguntó el chico prudentemente.

      Él sabía perfectamente lo que las chicas llevaban haciendo algunas noches atrás y siempre se había mantenido al margen. Ni siquiera había vuelto a besar en los labios a Shiho, desde que se pasó de la raya insistiendo para acostarse con ella. Seguía siendo cariñoso con la chica, la acariciaba y la abrazaba y también le daba besos en el pelo o la mejilla, pero nunca pasaba de ahí. Era muy cauteloso en todo lo que hacía con su amiga, para no incomodarla de nuevo, y esos gestos conmovían a Shiho haciendo que creciera aún más su interés por el joven.

- No, no interrumpes nada, de hecho, habíamos pensado en pedirte ayuda con algo... -dijo Vi con la mirada traviesa.

- Si necesitáis ayuda con lo que sea sólo pedidlo, sabéis que haría lo que fuera por mis chicas... -dijo el joven con más inocencia de la que Vi se esperaba.

- ¡Genial! ¡Porque vas a ayudar a S para que supere su aversión a los hombres! -exclamó la científica decidida a curar a su amiga de una vez por todas.

- ¡¿Qué?! -preguntó Key sin dar crédito a la propuesta de su amiga.

- Lo que oyes... venga, túmbate en la cama y quítate los pantalones -ordenó la joven sin pelos en la lengua.

- ¡Estás mal de la cabeza! -exclamó molesto el informático.

- ¿Ves? Te dije que no querría... -Le dijo Shiho a Vi con pesar.

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