CAPÍTULO 22. Graduación y partida

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     Shinichi se dispuso a poner el siguiente vídeo. Echó un rápido vistazo al resto de archivos que había en el pendrive, antes de abrir el número 30. Sólo quedaban cuatro vídeos por ver. El detective empezó a ponerse nervioso, era ya casi medio día, medio día más sin saber de Shiho. Había pasado muchas horas delante del portátil, conociendo con el máximo detalle lo más íntimo de la vida de su amiga, pero no tenía la menor idea de por qué estaba viendo eso, ni si aquello le ayudaría a conocer su paradero. Volvió a mirar su teléfono con la esperanza de encontrar algún mensaje o alguna llamada perdida. El joven empezaba a impacientarse. La llamó nuevamente y no obtuvo respuesta al otro lado. Cuatro días sin saber de ella eran demasiados. Espero que todo esto sirva para encontrarte... se dijo a sí mismo antes de reproducir el siguiente vídeo.

     Shiho tenía el aspecto que lucía actualmente, tenía la misma edad del detective y acababa de graduarse en la Universidad con tan solo diecisiete años. Akemi había ido a su graduación y había conocido a su nueva familia. Pasaron ese fin de semana los cuatro juntos, lejos de las instalaciones de la organización y cuando regresaron a la residencia, después de despedirse de Akemi en el aeropuerto, se dejaron caer rendidos en el sofá comunitario.

-          Tu hermana tiene más energía de lo que parece

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- Tu hermana tiene más energía de lo que parece... -dijo Vi exhausta.

- Bastante más que nosotros tres juntos... -Se quejó Key que aparecía en la pantalla sin sus largas rastas, portando una enorme cresta de color rojo intenso.

- Eso es porque nos drogamos y ella no... -explicó Shiho también agotada.

- Pues habrá que llevar una vida más sana a partir de ahora... -dijo Vi comprobando las consecuencias de sus malos hábitos.

- A partir de la semana que viene, querrás decir -dijo Key mientras envolvía marihuana en un papel de liar.

     Los tres se miraron y se encogieron de hombros, para terminar en una carcajada al unísono.

- S acaba de terminar la carrera en un tiempo récord y a finales de mes estará en el laboratorio ayudándote en todo, vamos a tomarnos unas merecidas vacaciones y a pasarlo bien antes de que la obligues a trabajar hasta tarde todos los días -propuso Key.

- ¡Lo dices como si yo fuera una esclavista! -exclamó ofendida la química.

- ¿Acaso no lo eres? -preguntó Key con ironía.

- ¡Me ofendes a tantos niveles señorito, blanco, hetero y rico! Mi pueblo ha sufrido muchísimo como para que insinúes que exploto a mis trabajadores -dijo la joven con soberbia.

- A ver Vi, un poquito explotados sí que están... Estos seis meses de prácticas he visto cómo la gente trabajaba más de doce horas y les pones mala cara cuando se toman un descanso para comer... -dijo Shiho dándole la razón al informático.

SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora