EPÍLOGO

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     "Ha pasado un año después de todo lo sucedido... hubiese querido escribirte esto antes, pero no he tenido las fuerzas ni el valor necesario... lo siento mucho. He de decir que toda esta experiencia a través de los años me ha cambiado por completo, no soy el chico del que te enamoraste en el jardín de infancia, he pasado por mucho, por demasiado diría yo...

      He estado reflexionando mucho acerca de cómo un año y medio puede cambiarte tanto la vida. La mía se volvió del revés, todo lo que tenía pensado hacer con mi futuro, todos mis planes contigo, mi vocación como detective... toda mi vida ha dado un vuelco y ya no puedo volver atrás, ya no puedo volver a ser el mismo Shinichi Kudo que conocías, que yo mismo conocía.

      Me está costando mucho escribirte esto, pero he decidido ser totalmente sincero contigo, te lo mereces. Yo he sido Conan todo este tiempo, aunque suene absurdo, raro e ilógico, así fue. Me drogaron con un veneno experimental que redujo las células de mi cuerpo a la infancia, menos el cerebro, y me hice pasar por un niño para encontrar la cura y a los culpables de mi nueva situación. Sé que no estuvo bien ocultártelo, pero no quería que nadie lo supiera, no quería ponerte en peligro. El tiempo que pasamos juntos mientras era un niño no lo olvidaré jamás, tú me sentías lejos, pero yo estaba más cerca que nunca...

     No quiero que pienses que no te quiero, porque no es así, te quiero y mucho, nunca he dejado de hacerlo, pero he descubierto que se puede querer a varias personas a la vez. Y en ese descubrir encontré el amor, un amor puro, fuerte y apasionado que me dejó demasiado pronto... Durante este año he intentado aprender a vivir de nuevo, sin ella, y no ha sido fácil... Hay semanas que no dejo de tener pesadillas, ni una sola noche, hay días que la veo cruzando la calle, o la oigo susurrar mi nombre. Esto es muy duro, pero creo que ahora puedo entenderte mejor, entender cuando te faltaba y tú más me necesitabas.

      Esta carta es mi forma de darte las gracias por todo, por tus cuidados, tu cariño y tu amor, por todo lo que me diste durante toda mi vida y también es para pedirte perdón, por todo el daño que te he hecho pasar, por todas las noches en vela y la angustia de no saber si estaré bien o no... lo siento, lo siento muchísimo.

      Quiero que sepas que estoy bien, estoy con dos personas maravillosas a las que considero parte de mi familia, y que me han acogido sin hacer preguntas, con los brazos abiertos.

      Estoy recorriendo el mundo con ellos, intentando honrar la libertad que tanto deseaba ella... y creo que lo estamos haciendo muy bien.

      Espero que puedas perdonarme algún día, yo intento perdonarme cada día. Pero, sobre todo, espero que seas feliz, que encuentres a alguien que realmente te merezca y que pases el resto de tu vida disfrutando cada momento como si fuera el último.

       Siento no haberme despedido, siento haber huido como lo hice, siento ser un cobarde... pero no tengo fuerzas para ser más valiente, para ser mejor... espero que lo entiendas.

      Si algún día vuelvo a Japón espero que podamos vernos y podamos recuperar nuestra eterna amistad. Quizá sólo sea un sueño... pero es un bonito sueño ¿no crees Ran?

                     Fdo.: Ceo, Shinichi Kudo y Conan Edogawa"

- ¿Has enviado ya la carta? -preguntó Vi apoyada en la ventana de la caravana.

- Sí -contestó el joven.

- Y... ¿cómo te sientes? -preguntó Key al volante.

- Pues... ha sido liberador -respondió Ceo con una sonrisa.

- ¡Te lo dije! tendrías que haberla enviado hace meses... -riñó la chica.

- Deja de molestarle, lo ha hecho cuando se ha sentido preparado -defendió Key a su amigo-. Venga, sube, que hay un sitio nuevo al que me gustaría ir... dicen que en ese pueblo al que vamos se creó la primera pizza del mundo. ¡Andiamo, presto! -exclamó Key en italiano.

      Ceo subió a su nueva casa rodante y dejó el naranja sol de Nápoles inundando su espalda al atardecer. Vi acarició el pelo del joven con cariño cuando estuvo a su lado y los tres sonrieron. La organización ya no era una amenaza para nadie, y la libertad podía saborearse con cada número que avanzaba en el cuentakilómetros de la caravana. 

      Un último pensamiento apareció en la mente de Ceo; la imagen de Shiho sintiéndose orgullosa del equipo que ahora formaba con su nueva familia

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      Un último pensamiento apareció en la mente de Ceo; la imagen de Shiho sintiéndose orgullosa del equipo que ahora formaba con su nueva familia. Aquel pensamiento le reconfortó levemente, y se abandonó a la aventura junto a las personas que más le recordaban a la chica que le había cambiado la vida.

                                                                 FIN

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                                                                 FIN

SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora