CAPÍTULO 13. En paz

21 1 0
                                    

     En el piso superior, dentro de la habitación de Shiho seguían los dos jóvenes, uno encima de la otra.

- ¿No te preocupa lo que voy a hacerte? -insistió el chico

- Si te refieres al daño físico, no, no me preocupa en absoluto -contestó entre sollozos-. Después de todo el dolor que he recibido hoy ¿crees que a mi cuerpo le importa soportar un poco más?

     La chica siguió llorando sin poder parar.

- Lloras... de verdad... -dijo el informático sorprendido-. Si no es de miedo ¿por qué lloras? -preguntó con curiosidad separándose un poco de la chica.

- Porque... debo ser un monstruo -siguió lamentándose.

- El que va a violarte soy yo, en todo el caso el monstruo sería yo ¿no crees?

- No vas a hacerlo -intuyó ella con seguridad y sin dejar de llorar.

- ¿No? -preguntó el chico-. No, claro que no -confesó Key sentándose a los pies de la cama para dejar que la joven se incorporase-. ¿Entonces?, ¿por qué lloras? -insistió.

- Pues... porque... ¿cómo de jodido has tenido que estar para amenazarme con algo así?

     La chica se incorporó un poco y se secó las lágrimas como pudo.

- Tú que me conoces tan bien... qué sabes perfectamente por lo que he pasado... Tú que eres incapaz de matar una mosca porque te preocupan los sentimientos de sus familiares -expuso la chica soltando una pequeña carcajada-. Sabía que no lo ibas a hacer en el momento en que me tenías totalmente reducida y yo seguía sin sentirte dentro. -La chica se secó otra lágrima y tomó aire antes de continuar- No te tengo miedo a ti, me tengo miedo a mí misma... ¿Cómo he sido capaz de hacerte tanto daño? Key yo te quiero, te quiero muchísimo -dijo mirándole a los ojos-, y yo... te he hecho mucho daño... Intentaba protegeros...

- Para, no digas eso, sabes que no quiero escuchar esa excusa de mierda -cortó el informático.

- ¡Déjame terminar! -insistió ella-. Intentaba protegeros... intentaba que no os mataran, pero fui egoísta, no quería perderos y por eso no contacté con vosotros cuando conseguí escapar. Pensaba que estaríais bien si yo no volvía a aparecer en vuestras vidas... pero me equivoqué, no pensé en lo que era mejor para vosotros, sino en lo que era mejor para mí. No quería sufrir más, no quería volver a perder a nadie más, no quería volver a pasar por eso otra vez. Sois la única familia que me queda Key... no lo soportaría, no sería capaz de seguir adelante.

     Sus palabras, llenas de dolor, le bloquearon la garganta y tuvo que parar un segundo para recomponerse. Mientras, Key esperaba en silencio dándole el tiempo que necesitaba para continuar.

- Lo siento mucho...-pudo decir cuando recuperó la entereza-. ¡Me arrepiento, joder! ¡me arrepiento de tantas cosas...! me arrepiento de no haberle volado la cabeza a Gin una de tantas de ocasiones que tuve para hacerlo, me arrepiento de confiar en quien no debía, me arrepiento de haber apartado a tanta gente de mi lado por el miedo a sufrir... Si tuviera que volver a hacerlo cambiaría las cosas, no se me ocurriría teneros un año y medio esperando a saber si estaba viva o no. No os haría pensar que estoy muerta, contactaría, de verdad que lo haría -La chica dejó escapar unas tímidas lágrimas mientras miraba con los ojos rojos al muchacho situado en la otra punta de la cama.

     Sus palabras sonaron con tanta sinceridad que el chico se quedó mirándola con ternura un segundo, antes de acercarse a ella y acogerla entre sus brazos. Después de aquel necesitado abrazo, Key agarró su rostro con delicadeza y la besó con cariño.

SherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora