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Ancestral había pasado el portal y se encontró en el hogar de los practicantes de artes místicas conocido como Kamar-Taj.

La conversación anterior con el joven Alexander había ido de buena manera, al menos no termino en una pelea en medio de New York, por lo que se podía considerar como un éxito.

Con paso lento se dirigió a sus aposentos, después de esa conversación quería meditar un poco acerca de los sucesos que pasaran.

[Maestra]- escucho la voz de un hombre, viendo que se trataba de su aprendiz respondió: [Kaecilius, ¿qué sucede?]- pregunto la mujer.

[¿Quisiera preguntar por que dejo ir a esa persona?]- pregunto seriamente.

[No hay motivo para tenerlo de enemigo Kaecilius, no ha hecho nada malo]- respondió calmadamente.

[¡Pero es un fenómeno!, ¡alguien que ha hecho un contrato con la muerte no puede vivir!]- respondió el hombre de forma frenética.

[¡Kaecilius!]- exclamo Ancestral- [No menciones tan fácilmente a Lady Death, los nombres son cosas muy poderosas]- explico la mujer.

[Además incluso si quisiera ir en su contra debería estar preparada para una lucha mortal, las consecuencias de enfrentarlo serian demasiado grandes y no estoy dispuesta a pagar ese precio, mas teniendo en cuenta que sus acciones, aunque egoístas han traído paz al mundo]- Ancestral hablo mostrando reticencia a la luchar en contra de Alex.

[Si no puedes derrotarlo que sucede con sus seres queridos, no hay forma de que ellos sean tan poderosos]- Kaecilius hablo mencionando una idea que encontraba brillante.

[No lo harás]- pronuncio sombríamente Ancestral, descreyendo las palabras de su estudiante: [Escúchame, si te atreves a dañar a alguien que Alexander aprecie no solo morirás tu, también provocará la caída de Kamar-Taj y nadie podrá detenerlo]

[Te mantendrás alejado de Alexander y de sus cercanos y jamás volverás a hablar de esto]- sin esperar una respuesta Ancestral retomo su caminata, mientras Kaecilius solo podía apretar con fuerza sus puños ante la injusticia que acababa de sufrir.

....

Alex por su parte no estaba consiente de la charla que Ancestral tuvo con su aprendiz, solamente se dirigió lo mas rápido que pudo a Frost International.

Con prisa entro por las grandes puertas del edificio y se encamino rápidamente hacia el ascensor, presionando el numero de la oficina de Emma, Alex tuvo que esperar pocos segundos para llegar a su destino.

Retomando su caminata se dirigió de inmediato a la oficina de la Frost, ninguno de los asistentes de Emma se atrevió a detenerlo ya que esa acción era pedir a gritos que les despidieran.

Todos sabían el cariño y la estima que la Frost tenia por Alexander por lo que ir en su contra era un suicidio.

Alex entro en la oficina buscando con su mirada a la rubia, sin demorarse se encontró con una vista que fascinaría a cualquier hombre, la Frost se encontraba sentada en un sillón al percatarse de la presencia de Alexander se levanto del mismo para que el joven pudiera apreciar su selección de ropa.

Vestía con unos shorts cortos que daban una vista clara a sus largas piernas, así como enfatizar las curvas de la parte inferior de su cuerpo, la parte superior de su cuerpo era vestida por una camisa corta que le daba una vista clara a su abdomen mientras enfatizaban sus prominentes atributos femeninos.

Era algo sencillo y sensual, sin caer en la obscenidad.

Alex se encontraba sorprendido con la apariencia de la Frost, no era que nunca haya visto a una mujer así o que no haya tenido contacto con el sexo femenino en su anterior vida por que, aunque poco lo tuvo, el problema era que Emma estaba a otro nivel, una liga propia de belleza.

In Marvel with DC powerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora