Zebediah Killgrave mejor conocido como el Hombre púrpura estaba teniendo un maravilloso día.
Después de muchas negociaciones al fin logro volverse un socio comercial de Kingpin, a cambio de las habilidades de Killgrave, Kingpin le enviaría un suministro constante de hermosas mujeres.
Aun así, una parte de él se lamentaba de lo cuidadoso que resulto ser el rey del inframundo, de alguna forma logro enterarse de su poder por lo que en ningún momento lo pudo tener bajo su control de haber tenido una reunión personal Killgrave sería el nuevo dueño de New York.
Killgrave podía manipular a las personas debido a las feromonas que su cuerpo producía, pero para eso necesitaba estar cerca de la persona que quiera controlar, siempre que esa condición se cumpliera él tendría fácilmente el control de la otra persona.
Dejando de pensar en eso, Killgrave miro a su más preciada posesión, una mujer de cuerpo definido, cabello largo completamente negro, vestía unos jeans simples y una camisa blanca, sin embargo, sus ojos estaban desprovistos de cualquier brillo, casi como si estuviera muerta.
-Jessica, hoy estoy de muy buen humor ¿Podemos celebrarlo? Di que si por favor- menciono Killgrave.
-Si- respondió Jessica sin ningún tipo de emoción en su voz.
-Ante su respuesta una sonrisa apareció en el rostro de Killgrave: - Quítate la ropa, camina hacia la cama y abre las piernas- menciono aún con su sonrisa.
Jessica solo siguió sus órdenes como si de un robot se tratase, sus ojos permanecieron muertos y sin brillo alguno.
A pesar de estar bajo el control constante de Killgrave, Jessica podía saber lo que estaba pasando por ese motivo el sentimiento de humillación y sufrimiento eran interminables.
A lo largo de tres meses Killgrave la había utilizado como una herramienta, cualquier tipo de trabajo sucio que necesitaba completarse se lo daba a Jessica.
Lo peor era cuando el maldito bastardo la utilizaba como su juguete sexual, ella solo quería poder acabar con el maldito con sus propias manos debido a todo el sufrimiento que le ha causado o en su defecto solo quería poder acabar con su propia vida de esa manera jamás podría volver a utilizarla y el dolor desaparecería para siempre.Pronto pudo escuchar como Killgrave se desvestía, unas cuantas lágrimas empezaron a caer de sus ojos, sabiendo bien lo que seguía.
-Pensé en darte una muerte rápida, pero cambié de opinión- una voz sin emociones resonó en la habitación con la cual Killgrave se congeló por completo.....
Alex estaba listo para dar caza a la pandilla de Killgrave, el único problema es que no sabía la localización de todos los escondites que pudiera tener.
Aun así, tenía patrullando a una gran parte de EVA's, hoy sería la primera vez que Alex utilizaría a su pequeño ejercito, por lo que lo tomaría como una prueba de campo.
Para no provocar pánico Alex tenía a su ejército oculto con su tecnología de camuflaje, por lo que nadie podía verlos.
Hoy utilizaría el traje de Rorschach, la razón era simple esta noche mataría a muchas personas y Red Hood no podía verse envuelto en algo así.
Alex se encontraba en la ubicación que el líder le dio era una tienda era normal e incluso si llegaras a preguntar resultaría en respuestas positivas de todas las personas.
Nadie se esperaría que esa solo era una cubierta para algo mucho más turbio y oscuro.
Alex no tendría piedad alguna con los hombres que estaban en el edificio, por lo que pudo leer superficialmente de sus mentes todos en la pandilla estaban en esto voluntariamente por lo que era mejor que estuvieran muertos.
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In Marvel with DC power
FanfictionDebido al capricho de una entidad divina, una persona es escogida para tener una segunda oportunidad en la vida en uno de sus universos favoritos. Ahora en un mundo de héroes y villanos que ideología seguirá, será un héroe que prefiere el bienestar...