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Alex se despertó después de un tiempo, de forma casi inmediata llevo su vista a la cama en donde Amy seguía durmiendo.

Por la ventana pudo ver que la noche había caído, con tranquilidad y cuidado se levantó de su silla y procedió a salir con rumbo a la cocina, necesitaba hacer un platillo para la cena es posible que una vez que Amy se despierta tenga hambre.

Como ya era tarde y no había demasiadas cosas en para hacer, Alex decidió ir con un clásico que nunca lo defraudaba así que hizo varios emparedados de jamón y queso.

Todo los emparedados y bebidas así como unas pocas servilletas, se colocaron en una pequeña mesa de servicio que se podía colocar en la cama.

Con cuidado para que nada cayera de la mesa emprendió nuevamente un viaje pero esta vez con el fin de volver al cuarto de su madre.

Al abrir la puerta Alex vio como Amy estaba despierta nuevamente sin embargo tenía un rastro de pánico en sus ojos mientras miraba nerviosamente a su alrededor.

-Mamá- Alex hablo, Amy por su parte solo vio a su hijo parado con una pequeña mesa con comida y dejo salir un suspiro de alivio.
Se había despertado un minuto antes y el pánico se extendió por todo su ser al no ver la figura de su hijo, estaba a punto de levantarse de la cama y buscarlos en las otras habitaciones después de no encontrarlo en ningún lugar de su habitación.

Por suerte solo fue a preparar una pequeña comida, no ha pasado mucho tiempo desde su confesión de ser un vigilante y Amy ya sentía terror de no tener a su hijo cerca de ella.

Alex llevo la pequeña mesa hasta la cama de su madre y la coloco de tal forma que sea accesible para ella incluso si esta acostada.

-Prepare la cena, ya es un poco tarde así que prepare algo que creo que es ligero- explico el Wood, mientras le daba uno de los emparedados a Amy.

Amy no comprendía como su hijo estaba actuando tan tranquilo después de básicamente soltar una bomba de información, solo no lo podía entender.

-Alex- llamo Amy a su hijo que había empezado a comer sin preocupación alguna.

-Se lo que dirás y lo sé, a partir de ahora dejaré de patrullar las calles, sé que no podrías vivir con el temor de que algo me pasara, sin embargo sé que habrá momentos en los que tenga que intervenir, estoy seguro de que pasaran cosas en las que deba de estar involucrado, así que no puede prometer dejar de ser un vigilante- hablo el Wood con honestidad, además de que con los T-800 podían hacer fácilmente el trabajo de patrullar todas las noches, de esa forma Alexander solo aparecería en los problemas más pesados.

Y por sobre todo su madre siempre sería la máxima prioridad en su corazón y ni la vida de millones se comparaba a su felicidad.

Amy por su parte estaba pensando en las palabras dichas por Alex, si bien debería de estar feliz de que Alex no patrullaría más, una parte de ella desconfiaba de la otra parte de sus palabras, ¿En qué tipo de problemas necesitaría intervenir? Incluso sin una respuesta Amy sabía que sin duda no serian problemas sencillos.

Solo por que tuvo que pasar esto, solo por que tenía que ser su hijo el que tenga que lidiar con algo así, por que no podía solo tener una vida normal, lejos de todos los problemas.

Sentía tanta impotencia de no poder hacer algo, ser de ayuda para su hijo.

-Solo prométeme algo Alexander- hablo Amy con seriedad que hacia un contraste con su suave voz.

-¿Qué es?- pregunto el peliblanco de forma inmediato.

-Sin importar nada, deberás de volver a casa a salvo- las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos mientras imploraba a su hijo.

In Marvel with DC powerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora