Boyfriends // Chris Evans.

18

Pasé mi mano por mi mejilla, sentí un lenguetazo lleno de baba ¿de quién más? ¡Dodger!
Aún no me atrevía abrir los ojos, debido a la pereza y sueño que aún tenía.

¡Es hora de levantar!— dijo Scot, su voz fué como megáfono ante mi oído, éste abrio la ventana y dejo entrar la luz.

Me coloque la almohada sobre mi cara.— Aún es temprano.

Agradece que no vas a correr con mi hermano por las mañanas.— hizo una pausa. — Hoy día vas a una entrevista, deberías estar ya en el vuelo.

Tú y tú hermano tienen algo muy en común. — dije levantándome con pereza.

Lo guapo.— afirmó él rubio.

Di una carcajada sarcástica.— No, que os gusta despertarme temprano.

Tienes razón es muy temprano.— dijo viendo el reloj de la pared, el cuál yo me gire para ver, marcaba las 11:00 am.

Resignada me levante y me dirigí a la ducha, tras que el agua golpeo mi cuerpo, quito el sueño y cansancio acumulado. Estos días han sido muy extensos en el trabajo, trabajar para Sony, y muchas empresas requieren de mucho tiempo y con eso añadir que me estoy preparando para mis proximas giras, solo me queda disfrutar en estos días que me quedan junto a mi rubio. Tras una ducha de veinte minutos, me coloque el albornoz. Cuando pase cerca del espejo me llamo la atención mi cuello, pase la yema de mis dedos acariciando las mordidas que ahora están en color rosa-lila, Chris se había pasado tres pueblos.

Esté sábado que paso apenas fuimos al programa de Ellen para hacer publica nuestra relación y el día domingo hizo una cena aquí en casa para los dos, y entre besos y caricias la cosa se nos fue de la mano... ¡Ya os imagináis!.

~Flash Back ~

¡Que bien huele.!— dije entrando a la cocina, para abrazabar a Chris por la espalda.

Este solto el cucharon y se giro para verme de pies a cabeza.— ¿Te he dicho lo hermosa que estás?— negé divertida.

El dio una leve carcajada.— Es porqué no lo estás.

Abri la boca en "o" y Chris inmediatamente me abrazo.— Estás maravillosa.— afirmó, sus manos tomaron mi rostro para dar un beso. — Vamos. — dijo tirando de mí una vez separándonos. Me llevo hasta la sala de estar, dónde había ordenado la mesa para los dos, la chimenea estaba encendida, daba un toque aún más romántico junto a las rosas que había traido Chris.

Está hermoso.—

Él me abrazo por la espalda.— ¿te gusta ? ¡es para ti!.— afirmó.

Sonreí.

Chris y yo nos volvimos para la cocina y terminar de servir la comida y bebida para poder ir a cenar de una vez.

Chris se sento primero y yo obte por sentarme en sus piernas. Llego un momento donde no podía dejar de mirarle.

¿Todo bien?— pregunto con dulzura mientras colocaba ambas manos en mi cintura.

Si, solo pensaba en lo hermoso que eres, y en lo que te amo.— dije, mientras mis manos acariciaban el cabello corto de su nuca.

Él me acerco más hacía él, al hacer esa acción pude sentir su masculinidad rozar la mía. Chris se inclino hacía mi un poco a pesar de estar sentados aún le quedaba pequeña. Él me beso de forma tan delicada y romántica, solo como él lo sabe hacer, el ambiente estaba tan perfecto para nosotros, la mano de Chris acaricia mi espalda y eso me da pequeñas sensaciones de estimulación. Nuestro beso comienza hacerse  mucho más nesesitado y apasionado. Chris baja la cremallera de mi espalda y baja la parte superior de mi vestido, haciendo que quede en sosten, sus ojos se abren al verme.