Cuando volvimos a Hogwarts, al instante nos pusimos a intentar de todas las formas arreglar el armario. A medida que pasaba el curso, íbamos consiguiendo pequeños avances.
Ahora mismo con Draco, estábamos en camino a las clases de Aparición; el hecho de poder esfumarse y volver a aparecer al antojo de uno ofrecía a los alumnos un mundo de posibilidades.
No es por presumir, pero yo no necesitaba estas estúpidas clases.
—Bueno, tuvieras que apurarte en tu misión, Draco—habló el idiota de Crabbe. —Ya sabes, el Señor Tenebroso necesita...
—Ya lo sé—gruño Draco. —No necesito que me lo recuerdes a cada rato.
—La verdad tu personalidad ha cambiado bastante—continuó Crabbe. —Te has vuelto muy blando.
Estaba a lado de Draco, y estaba a punto de mandar un crucio a Crabbe.
—¿Podrías cerrar la boca? —murmuro Draco cansado.
—Quizás el amor te ha vuelto blando...
—¡Cierra la boca! —Draco gritó.
—¡Malfoy, cállate y presta atención! —gruño la profesora McGonagall.
Todos se giraron a mirar a Draco, quien levemente ruborizado se puso a mi otro lado, para alejarse de Crabbe. Snape puso cara de enfado, el hecho de que la profesora regañara a un estudiante de su casa, no era su agrado.
McGonagall, espero que su bebida contenga veneno.
Bueno, no quería pensar así, por Rowena, mi humor había cambiado mucho desde que Voldemort me había dicho aquello...
Tendrás que matar a Draco.
Andaba de malhumor en todo, solo Draco se salvaba de eso porque estaba mucho más furioso que yo. Así que, cualquiera que hiciera un ruido para molestarme era provocación para querer matarlos.
Lo siento, profesora McGonagall, no quiero que su bebida...
Espera, eso es, veneno. Podríamos conseguir una botella de hidromiel envenenada, maldecir a Rosmerta, otra vez, hacer que le dé a algún profesor de confianza, así este le diera a Dumbledore.
¡Por Rowenam! ¡Me has iluminado!
—No puedo decirte cuándo será—soltó Draco interrumpiendo mis pensamientos. —Me esta llevando más tiempo del que creía.
Sin darme cuenta, ya todos se habían colocando en varios sitios, por alguna razón, Draco me había jalado junto a él.
Crabbe intento replicar, pero me adelante. —Escucha, no es asunto tuyo. ¡Metete en tus asuntos!
—Yo le cuento a mis amigos lo que tramo si vigilan por mí—hablo Potter detrás nuestro.
Draco intento replicarle a Potter, pero el profesor que llevaba la clase lo interrumpió.
—Esperemos no tener que contarles a tus amigos que estás muerto—hablé cerca del oído de Potter. —Deja de meter tu nariz en donde no te llaman.
Cuando termino la clase, intente hablar con Draco, sin embargo, mi jefe de casa me llamo a su despacho.
—Profesor...—murmure algo confundida. —Me citó para hablar de... ¿mi vida sexual?
El profesor Flitwick se ruborizó un poco. —¡No! Solo, Lydia, yo te tengo mucho aprecio, te he visto crecer, así como a tu madre—habló acomodado sus lentes. —Y, bueno, me han informado, eh, que te vieron—la voz de Flitwick se comenzaba a tartamudear, —con el joven Malfoy...a altas horas de la noche...—sacudió un poco su pequeña cabeza. —Ten, toma té.
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Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑
FanficLydia, perteneciente a la noble y ancestral casa de los Robertson, seleccionada en Ravenclaw, enamorada desde su primer año del chico más arrogante de Hogwarts, Draco Malfoy. Desde pequeña le inculcaron firmemente la importancia de la pureza de san...