➸ Capitulo 89

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Aparecí en uno de los pasillos de Hogwarts, las personas corrían en diferentes direcciones, mientras yo empecé a buscar la entrada.

—¡Lydia! —Elizabeth me abrazó, junto a ella estaba Antoine. —¡¿Qué haces acá?!

—¡Estoy buscando a Draco! —la abracé con más fuerza. —¡¿Qué haces tú acá?!

—¡Luego te explico! —habló. —¡Tu hermano está en la entrada!

Los tres empezamos a correr hacia la entrada, a los lejos podía ver a los profesores junto a Molly Weasley y mi hermano.

Una gran cantidad de dementores venían hacia Hogwarts, entonces me puse a lado de mi hermano.

—¿Listo, Evan? —él me miro asombrado pero sonrió.

—Listo, Ly.

Sacamos rápidamente nuestras varitas, nos pusimos juntos y con fuerza chocamos las varitas contra el suelo, de las cuales empezó a salir una chispa de fuego.

Ambas chispas creaban un dragón de fuego, que abrió su boca y hizo desaparecer a todos los dementores.

—¡Maldición! —gritó el profesor Slughorn. —¡Eso fue asombroso!

—Somos Robertson—murmuro Evan.

—Somos Robertson—sonreí.

—Ayude con la protección, muchachos—habló la profesora McGonagall. —Protego máxima.

Junto a Eli, Antoine y Evan alzamos nuestras varitas para proteger el castillo.

Protego máxima—murmure. —Protego máxima.

Todos los hechizos se juntaban, y formaron un escudo que protegía todo el castillo.

—¿¡Qué haces acá!? —pregunto Evan. —¡Deberías estar con Cissy!

—¡Estoy buscando a papá! ¡También a Draco! —respondí.

—¿Papá? —él me miro extraño. —¿Qué hace acá?

—Él decidió pasarse a tu bando—informe. —Dejo a los mortífagos.

Evan sonrió y me alzo con felicidad. —¿Y tú que esperas?

Sonreí con burla. —Creo que el otro lado es más divertido.

Evan y yo empezamos a reírnos.

—¡Por cierto! —agarro mi mano. —Nació tu sobrino.

—¿¡Qué!? —me sorprendí. —Dios mío, esta noche me entero de todo.

Por alguna razón, tenía miedo, así que abracé a Evan.

—Te quiero, Evan—lo abracé con más fuerza. —Te quiero bastante.

—Yo te quiero más, hermanita—me dio un beso en la frente. —Cuídate, por favor.

Asentí, él desapareció para buscar a Bonnie. Mire a Eli y Antoine quienes ayudaban con la protección del castillo.

—Te pediría que me expliques que haces acá—murmure a Eli. —Pero, no hay tiempo.

—Habrá tiempo después—ella sonrió para abrazarme. —Vi a Draco por el calabozo, por favor, ve con cuidado.

—Te quiero Eli—la abracé con fuerza, así como a Evan.

—Te quiero Ly.

Me separé de los brazos de Eli, para dirigirme rápidamente hacia el calabozo, pero en el camino me crucé con los gemelos y Bonnie.

—¡Lydia! —uno de los gemelos me grito. —¡Espera!

—¿Qué?

El gemelo que me había gritado se acercó rápidamente, quedado frente mío.

—Si muero esta noche, al menos deseo saber que se siente hacer esto—murmuro.

—¿Qué cosa...? —el gemelo me interrumpió.

El gemelo agarro mis mejillas y me dio un beso, aunque algo rápido e insignificante, parecía que el gemelo estaba en el cielo.

—¿Terminaste? —pregunté.

—Sí—respondió atontado.

—Bueno—le di un puñetazo en la mejilla. —Eso fue por el beso.

—Valió la pena—el gemelo sonrió. —Por cierto, no soy George, soy Fred.

—Lo sé—afirme. —Soy un águila, siempre note la diferencia.

Fred se sonrojo, mientras su hermano se reía, y Bonnie sonreí con burla.

—¡Bonnie! —la abracé. —¡Felicidades por mi sobrino!

—Gracias—me sonrió. —Necesito que hagas algo, Ly.

—¿Qué cosa?

Bonnie agarro mis manos y me miro con miedo. —Tengo guardado demasiado dinero en una cámara de Gringotts, en caso que me pase algo...también a Evan...necesito que saques todo de ahí y cuides a mi hijo...como si fuera tuyo.

Me negué. —No será necesario, esta noche tu volverás con tu hijo.

—Solo promételo, por favor.

Me dolía demasiado el corazón pensar que a Evan le podría suceder algo, sin embargo, todo podía pasar.

—Te lo prometo.

Le di un último abrazo a Bonnie, sin embargo, un hechizo sonó.

—¡Protego! — Gemma Rosier desvió una maldición que venía a nosotras. —Digamos que algunas serpientes no aceptan aún este bando...

—¿¡Gemma!? —Bonnie se asombró. —¿Qué haces aquí?

—La verdad no sé que hago...—susurró. —Solo sé que esto es lo correcto.

Bonnie asintió.

—Y...disculpa por todo lo que te hice en el pasado—habló. —Podría morir esta noche, y no quisiera irme con eso.

—Ya no importa—Bonnie se acercó y la abrazó. —Sé lo mucho que querías a Evan.

—Por eso lo deje ir—Gemma hizo una pequeña mueca. —Sé que son el uno para el otro, y serán muy felices con su hijo.

—Vaya, eso sí fue conmovedor—habló Fred.

—Si chicas, no se pongan a llorar—siguió George. —Como si Robertson fuera guapo.

Las tres mujeres lo fulminamos con la mirada.

—No dije nada—George bajo la mirada.

—Bueno, ahí los dejo—me despedí de todos.

Empecé a correr hacia el calabozo, hasta que alguien me detuvo.

—¡Lydia! —Blaise me grito. —¡Draco irá a la Sala de los Menesteres!

—¡Gracias!

Maldición, Draco, ¿en donde te has metido?

Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora