Toda la semana fue realmente maravillosa. Pero una mañana me levanté del mejor humor posible, todas mis compañeras estaban aún durmiendo, decidí levantarme a desayunar.
Parecía que me levantaba aún muy temprano, el sol apenas se estaba asomando. Aun así, decidí dar unas vueltas por Hogwarts.
Mire los retratos, los cuales estaban apenas levantándose de sus dulces sueños. Pase por el gran comedor, el cual estaba totalmente vacío.
Llegue a un pasadizo, el cual estaba oscuro, aunque mi cerebro decía que me alejará en ese instante, mi corazón decía que siga.
Supongo que a veces tienes que escuchar a tu corazón.
Comencé a entrar al pasadizo, abrazándome a mí misma, llegué a la mitad, y decidí volver porque sentí una brisa en mi espalda.
Giré para retirarme, pero encontré a un gran perro negro, tenía unos grandes y bellos ojos grises. Cualquiera en mi situación temería, pero, sentía como si lo conociera a ese perro.
Comencé a acércame a ese perro, quería tocar su lindo, pero, de la nada mi cuerpo se desvaneció y perdí la razón.
Desperté, estaba en la enfermería, a lado mío se encontraba el profesor Lupin.
—¿Profesor? —pregunté levantándome un poco. —¿Qué me paso?
—Te desmayaste—aseguró. —Ten un poco de chocolate, te ayudará.
Agarré un poco y lo comí. —Profesor...vi algo raro—comencé a hablar recordando. —Había un gran perro negro...
—Será mejor que te olvides—habló suspirando. —Hay cosas que son mejores olvidar.
Me senté por completo en la camilla, y me giré hacia el profesor. —Podría decirme... ¿qué tan cercano era a mi madre?
El profesor Lupin me sonrió. —Cercanos al punto de llamarla mi mejor amiga—miró hacia abajo. —Siempre diré que tu madre me ayudo bastante, lo más encantador de ella, era que nunca juzgaba a nadie, ni por su forma de ser... —se levantó y metió sus manos en sus bolsillos. —Sabes Lydia, tu madre era especialmente cercana a...Sirius Black—me guiño un ojo, —y le encantaba los perros negros—se giró para retirarse.
El profesor se retiró, dejándome con esa duda.
¿Cómo era posible que mi madre sea cercana a un asesino?
Luego de retirarme de la enfermería, me dirigí a mi sala común, no pude ir a desayunar porque estaba a punto de llegar a mi primera clase del día. Prefería mil veces no comer, que llegar tarde a una clase.
Terminaron todas mis clases, entré apurados ya que tuve que volver corriendo a mi habitación porque olvide algunos apuntes.
Con Eli quedamos para ir al lago negro, y así contarle toda mi cita con Draco.
—Realmente fue maravilloso—hablé sonriendo. —Me encanta demasiado.
—Si que estás enamorada de él—habló Eli con ironía.
—Estoy enamorada de Draco—confirme sonriendo más.
Eli se quedo en silencio y me miro boca abierta. —¡Por dios! ¡Al fin lo admites! —comenzó a reír. —Pensé que acabaríamos Hogwarts hasta que te dieras cuenta.
—Ahora falta que yo le guste a él—hable cabizbaja.
—Ay—Eli rodeo los ojos. —Al menos ya dimos el primer paso—soltó una pequeña risa. —Ya veremos como abrirte los ojos, ciega.
—¿Y tú que hiciste ayer? —hablé con picardía. —No creo que la pasarás toda la tarde leyendo.
Eli se sonrojo al instante. —Claro que la pase leyendo—desvió la mirada, aunque la seguí mirando fijamente. —Bueno, lo pase con un chico...
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Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑
FanficLydia, perteneciente a la noble y ancestral casa de los Robertson, seleccionada en Ravenclaw, enamorada desde su primer año del chico más arrogante de Hogwarts, Draco Malfoy. Desde pequeña le inculcaron firmemente la importancia de la pureza de san...