Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 77

Abrí lentamente mis ojos, me removí entre las suaves sabanas, dándome la vuelta para encontrarme cara a cara con Draco, sonreí y empecé a acariciar su mejilla.

Por lo menos lo tengo a él.

—¿Ya has despertado? —murmuro Draco. —Sigue durmiendo, no pasará nada.

—¿Cuánto ha pasado? —pregunté acercándome de nuevo a Draco, para echarme en su pecho.

—Dos horas desde que llegamos, creo—respondió.

—Draco.

—¿Sí?

—Tengo miedo—solté un pequeño lamento. —¿Qué pasara ahora?

Draco me miro por unos segundos, sin saber que responder.

—No lo sé—lo mire asustada. —Pero, mientras yo esté vivo, no dejaré que nadie te haga daño.

—No te quiero perder—murmure abrazándolo. —No quiero sentir eso.

—No pasará eso—me dio un pequeño beso en la frente. —Por ti soy fuerte, Lydia, no dejare que nadie me lleve, no dejare que te quedes sola.

Nos quedamos viendo por unos segundos, hasta que volví a hablar.

—¿Regresaremos a Hogwarts?

Draco me miro por unos segundos, de nuevo no tenía respuesta.

—Supongo que no...el Señor Tenebroso ya nos explicara.

—No podemos dejar Hogwarts–musite. —Es nuestro último año, sea lo que sea, los estudios son necesarios.

—Eres toda un águila—sonrió burlón Draco. —Ven aquí, también deseo estudiar.

Sonrojada empecé a reírme. —¡Draco, eres un sucio!

Draco empezó a hacerme cosquillas, en tanto tiempo no me había reído como ahora, en momentos así éramos tan felices.

Un sonido como algo cayendo sonó de repente, los dos nos asustamos y nos levantamos de la cama.

—¿Escuchaste eso? —pregunto Draco.

—Sí—agarre un vestido negro. —Tenemos que ir a ver que fue.

Draco rápidamente se puso su traje, así como yo mi vestido. Agarrados de la mano empezamos a correr hacia la sala principal, de donde provenía el sonido.

—¡Lucius! —grito Narcissa. —¡Estas aquí!

Nos quedamos quietos a ver como Narcissa abrazaba y besaba a su esposo, quien traía un aspecto desagradable, su piel adquirió un aspecto amarillento y ceroso, sus ojos hundidos y ensombrecidos. El hermoso cabello que había heredado Draco de él, había desaparecido para darle pase a un cabello abandonado.

—Papá...—murmuró Draco.

Lucius soltó a Cissy, miro atentamente a su hijo, como si sintiera vergüenza de verlo o se siente culpable. Tembló un poco, pero se acercó a su hijo, ambos se miraban si saber que hacer o que decir. Entonces, hicieron algo que nunca habían hecho.

Lucius abrazó con amor a su hijo, Draco.

Entonces, empezaron a llorar, como si se estuvieran perdonado todo lo que había sucedido. Cissy se unió al abrazo, sollozando también. La imagen era tan tierna, una verdadera familia se había unido de nuevo.

—Lydia, mi Lydia—murmuraron a mi atrás. —Mi pequeña ven aquí.

Me gire rápidamente para observar a mi padre, quien como Lucius había sufrido los daños tanto físicos como psicológicos por estar en Azkaban.