—Maldita sea.
Camine en búsqueda del profesor Snape, quería asegurarme que encubriera a Draco si le preguntarán su ausencia. Entre al despacho de McGonagall.
—¡Les aseguró! —grito Potter. —¡Fue Malfoy!
—¡Ya basta! —se impuso la profesora—. Potter, te agradezco que me hayas contado esto, pero no es posible acusar al señor Malfoy solo porque visitó la tienda.
—Pero...—Potter intentó replicar.
—Draco no fue a Hogsmeade—afirme entrado. —Se quedo cumpliendo un castigo que le asignó la profesora—miré a McGonagall. —¿O no es así, profesora?
—Sí, como lo dijo la señorita Robertson. Ya van dos veces seguidas que no entrega sus deberes de Transformaciones—añadió.
Potter me miró unos segundos y gritó. —¡Ha sido Lydia!
Lo miré horrorizada. —¿¡Ahora me vas acusar a mí!?
—¡Tu serías la única que mataría por Draco! ¡Seguro él te lo ordenó! —saltó Potter. —Estuviste en Hogsmeade y misteriosamente te retiraste.
—Le dije a Bennet que me sentía mal—le hice acordar. —Se lo podéis preguntar a Neville o Luna, ambos saben que me retiré porque me sentía enferma—Potter se desinfló de golpe. —Aparte cuando volví, la profesora puede afirmar que regresé al castillo, así como el profesor Snape.
—La señorita Robertson volvió y fue directamente a la enfermería—explico el profesor Snape. —¿También vas a pedir a Madame Pomfrey que venga y confirme lo de Robertson? —espetó con amagadura.
— De modo que gracias por comunicarme tus sospechas, Potter — McGonagall habló al pasar por delante de los muchachos—, pero tengo que subir a la enfermería para ver cómo evoluciona Katie Bell. Que tengáis un buen día.
McGonagall junto a Snape se retiraron, le di una mirada de desprecio a Potter.
—Realmente apestas, Potter.
A paso firme comencé a caminar hacia la Sala de los Menesteres, pero sentí que me gritaban.
—¡Robertson! —gritó Potter.
—¿Qué mierda deseas? —exclamé.
—¿Qué estas tramado con Malfoy? —pregunto desesperado.
—Pues—pensé. —Planeamos tener dos hijos, un niño, Scorpius, y una niña, Odette, así mismo planeamos partirte la cara.
—¡Deja el sarcasmo! —gritó con más desesperación. —Lydia...sabes que los podemos ayudar.
Mi mirada se oscureció, y sonreí con malicia.
—Claro—me acerque lentamente a él. —¿Deseas que te muestre mi brazo, cierto?
Potter me miro asombrado que aceptará tan fácilmente, asintió con la cabeza. Me desabroche la chompa y la tire al suelo, me quede en camisa, así mis brazos quedaron al descubierto, vi como Potter miraba cuidadosamente mis brazos.
—Felizmente no eres una...—interrumpí a Potter acorralándolo contra la pared y poniendo mi varita sobre su cuello.
—Escucha bien, Potter—hice presión sobre su cuello. —No te metas en lo que no te corresponde—lo miré con furia. —Draco no es un mortífago, es la primera y última vez que te lo diré, si vuelves a decir lo contrario...te haré sufrir, ¿entiendes?
Potter parpadeo asustado. —Sí.
Me aleja rápidamente de él, metí mi varita en el bolsillo de mi falda, agarré mi chompa y me la fui poniendo en el camino.
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Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑
Fiksi PenggemarLydia, perteneciente a la noble y ancestral casa de los Robertson, seleccionada en Ravenclaw, enamorada desde su primer año del chico más arrogante de Hogwarts, Draco Malfoy. Desde pequeña le inculcaron firmemente la importancia de la pureza de san...