Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 10

Con mi hermano comenzamos a entrar al tren, al instante Thomas me rodeo con un brazo.

—¡Lydia! —me abrazó. —Has crecido demasiado.

Mi hermano frunció el ceño. —Yo la veo igual que siempre.

—Me tienes envidia, ya lo sé—rodeé los ojos. —¿Cómo has estado Tommy?

—Ahora estoy bien con verte—lo miré rara. —Digo de verlos a los dos.

—¿Qué tal tu viaje a Italia? —preguntó Evan.

—Fantástico—respondió Thomas sonriente. —No sabía que tenía bastantes tíos y primos.

—Nosotros nos hemos viajado nada—mi hermano cruzó los brazos. —Al único lugar que hemos ido ha sido a la mansión Malfoy—me dirigió una mirada picara. —A Lydia le encanto ver a Malfoy Junior.

Me sonroje al instante. —¡Cállate Evan! —le di un pequeño golpe en la cabeza.

—¿Malfoy? —pregunto Thomas mirando raro. —¿Pasa algo con Malfoy?

—¿¡Qué!? —los dos hombres me miraron directamente. — ¡A ustedes no les importa si pasa o no algo con Malfoy! —fruncí el ceño.

—Bueno, si tu lo dices—Thomas habló bajando un poco la mirada. —Por cierto, Evan, felicidades.

—¿Por? —preguntó Evan extraño.

—Porque eres prefecto—anunció sonriendo orgulloso.

—¿¡Prefecto!? —mi hermano gritó. —¡Soy prefecto! —me abrazó levantándome.

—¡Felicidades! —hablé abrazándolo con todas mis fuerzas. —¡Me siento tan orgullosa de ti!

Mi hermano me bajo y se fue corriendo buscando a más de su casa para recibir halagos y felicitaciones, Thomas se me quedo viendo un rato, pero sin decirme nada se fue.

Comencé a caminar buscando a Eli, ella siempre llegaba antes que yo, así que tendría que estar en alguna parte. La encontré a unos pasos de distancia, estaba parada viendo como el trío de oro entraba a un vagón.

—¿Eli? —pregunté viéndola extraña.

Ella al instante se giró algo sonrojada. —¡Ly! ¡Hola! —me saludo nerviosamente. —Mira aquí hay un vagón vacío, hay que entrar—me jalo el brazo entrando.

—¿Qué mirabas? —seguí preguntando.

—Eh, nada, nada—respondió cortadamente. —¿Qué tal tus vacaciones?

—Bueno...—suspire rendida. —No paso nada interesante, aunque...

—¿Aunque? —Eli habló por picardía.

—Aunque fui a la mansión Malfoy hace unos días—sonreí sonrojada.

—¡Cuéntame todo!

Le comencé a detallar todo, desde como Draco se había puesto guapo—más de lo que era—y como había comenzado a coquetear conmigo.

—Bueno, todos en tercero se ponen guapos—habló Eli sonrojada un poco.

—Así que...—crucé mis piernas. —¿Me dirás qué...?

Fue interrumpida por la brusca parada que hizo el tren. El ambiente comenzó a ponerse triste, melancólico y sombrío. La lluvia no ayudaba mucho a la situación. Las luces se apagaron, Eli y yo nos vimos asustadas.

—¿Qué esta pasando? —preguntó con melancólica.

—No lo sé...—susurré.

Un dementor—qué por alguna extraña razón estaba aquí—paso delante del vagón, se quedo unos minutos, hasta que abrió la puerta. Eli y yo nos comenzó a consumir el miedo. Pero, como si fuera una salvación divina, escuche la voz de mi hermano.