➸ Capitulo 51

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—¿Dumbledore se fugó? —pregunte asombrada de lo que me contaba.

—Sí—respondió Eli. —Ahora Umbridge es la directora.

—No puede ser—rodee los ojos. —Cada vez todo se está poniendo peor.

—Vamos, tenemos que ir al interrogatorio.

Con Eli nos levantamos y empezamos a dirigirnos a la oficina de la cara de sapo rosa. En el camino encontramos a Draco con su brigada fuera del salón en donde sería el interrogatorio.

—¿No van a entrar ustedes? —pregunté

—No—respondió con arrogancia. —Tenemos preferencia.

Negue con la cabeza, y me dispuse a entrar detrás de Eli, pero Umbridge me detuvo.

—Señorita Robertson—llamó. —Sé que usted es una alumna ejemplar, aparte el joven Malfoy me explicó que usted no tuvo nada que ver con estos actos ilícitos.

–Profesor, usted explico que sería...—la cara de sapo me interrumpió.

—No se preocupe señorita—sonrió con falsedad. —Le recomiendo que se aleje de la señorita Bennet, no se le vaya a pegar sus malas costumbres.

Estuve a punto de lanzarle un maleficio, pero Eli me detuvo.

—Luego nos vemos, Ly—me sonrió con algo de tristeza.

Mire como entraba y detrás de ella Umbridge haciendo una sonrisa de felicidad al ver que los tenía en sus manos.

Toda lo que duro la tarde lo pasé con Draco, sin embargo, en la noche decidí irme a mi habitación. Los TIMOS está a nada de llegar, y yo tenía que prepararme más de lo que pude hacer en el verano.

Ahora que ya había terminado mis prácticas con el profesor Snape, decidí solo dedicarme a prepararme para mis TIMOS. Draco y Eli me acompañaban, aunque se terminaban peleando por mi atención, ya que los dos querían que los enseñe.

—Ly—me llamo Bonnie. —¿Cómo has estado?

—Oh, bien—le sonreí. —Preparándome para mis TIMOS de mañana.

—Creo que no tuvieras que estudiar tanto—soltó una pequeña risa. —Quería preguntarte, eh...

—Por Evan—adivine. —Bueno, quisiera decirte que está bien, pero no lo está.

Bonnie me miro con tristeza. —¿Al menos esta estudiado?

—Eso sí—confirme. —Ayer estuvo estudiado conmigo, aunque...

No le podría decir que mi hermano saliendo de Hogwarts iba a ser mortífago.

—¿Aunque? —pregunto

—Nada—respondí. —Tengo que irme.

Al día siguiente me dedique estudiar incluso en el desayuno, mientras veía como Eli estudiaba todo a última hora.

—Maldición—sollozo. —No aprobaré nada.

—Lo harás—sonreí. —Tú también eres muy inteligente.

—¡Oh, Salazar! —gritó Eli al cielo. —¡Manda un dragón de fuego que quemen todos los TIMOS!

Comencé a reírme por su actitud, pasamos todo el día estudiado hasta que llegará la hora. La tarde llegó y comenzamos a correr hacia el Gran Comedor, queríamos llegar a tiempo.

—No quiero entrar—escuche como Draco gruño en la puerta.

—No, no, no—lo agarré del brazo. —No te escaparas de esto.

Nos sentamos y esperamos que empiecen. Ya había pasado una hora, o más de que comenzó. Ya tenía casi todo hecho, le lanzaba unas miradas a Eli, quien estaba sufriendo con esto.

La sala estaba en total silencio, cuando se empezó a escuchar unos sonidos como tormentas, Umbridge camino hasta abrir la puerta del Gran Comedor, y de la nada una chispa apareció frente a su nariz y entro, explotando en el techo.

El silencio volvió por unos segundos, hasta que los gemelos Weasley aparecieron y entraron, volando en sus escobas y lanzando los exámenes al aire para quemarlos.

—¡Mi examen! —sollozo al ver como se empezaba a quemar.

Mierda tenía casi todo hecho.

—¡Gracias Salazar! —gritó Eli lanzado su examen.

Las pequeñas chispas empezaron a pasar por todo el comedor, hasta empezaron a seguir a Crabble, Goyle...y Draco.

Admito que ver su cara asustado fue realmente graciosa.

El último acto que los gemelos hicieron fue lanzar muchos cohetes, haciendo que todos formen un gran dragón que empezó a seguir a Umbridge, quien se quedó parada en la puerta viendo como todos sus malditos decretos se caían.

Por única vez lo diré, gracias gemelos Weasley.

Todos empezamos a salir del comedor, a las afueras de Hogwarts, viendo como los gemelos escapaban de Hogwarts.

Empecé a reírme al ver como todos aplaudían. Realmente me sentía muy feliz, no quería volver a la realidad, no quería pensar más.

—¡Lydia! —mi hermano llego corriendo sonriendo después de tantos meses. —¡Tengo buenas noticias!

Evan me agarro del brazo para entrar buscando algún pasillo que estemos solos, viendo a su alrededor si todo estaba vacío, me abrazo.

—¡El Señor Oscuro me perdonó la vida! —gritó de felicidad. —Papá lo convenció de seguir su deber como mortífago, en cambio de no convertirme a mí.

—Espera...—murmure. —¿Solo con hablar nos perdonó?

Voldemort nunca perdona sin algo a cambio.

—¡No importa Ly! —me alzo entre sus brazos. —¡No seré mortífago!

Decidí olvidarme de eso, y solo comencé a compartir el momento de felicidad con mi hermano.

Realmente los dos no sabíamos lo que iba a venir luego.

Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora