Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 41

Estábamos en el tren con Evan, el ambiente se sentía realmente deprimido, él iba mirando la ventana.

—¿No vas a hablar? —pregunté dejado mi libro a un lado.

—No—respondió.

—Evan—suspire. —¿Qué te pasa?

—Nada—cerró los ojos. —Nada.

Rodeé los ojos. —Draco ha tardado mucho, vamos a verlo—me levanté.

—Está bien—respondió sin moverse.

—¡Qué me sigas! —al instante Evan reaccionó.

Empezamos a caminar entre los pasillos, buscando a Draco, en total silencio. Le iba a preguntar de nuevo que le pasaba, sin embargo, la imagen de Draco tirada en el suelo y frente suyo los gemelos Weasley con Bonnie me enfureció.

—¡Que mierda! —grité acercándome y levantado mi varita. —¿¡Que mierda le hicieron!?

—Princesita cálmate—hablo uno. —Solo le dimos su merecido a tu novio.

—Eso mismo—siguió el otro. —Te damos un consejo, consíguete otro novio.

Realmente no estaba de humor, ni para aguantar sus bromas, así quería golpearlos, pero Evan me lo impidió.

—¡Lydia! —grito. —¡Pareces una chiquilla!

—¡Cállate! ¡Déjame matarlos!

—¡Maldita sea! —grito más fuerte. —¡Ya cállate!

Me asuste un poco a su grito, Evan jamás me había gritado. —¿Me acabas de gritar?

Evan suspiro con fuerza. —¡Sí! ¡Ahora voy a levantarlo y nos vamos! ¡¿Entiendes?!

No replique, ni nada, solo mire como levantaba a Draco sin dirigir una mirada a Bonnie, quien tenia los ojos rojos de obviamente de haber llorado.

Evan sentó a Draco en el compartimiento que estábamos antes, y se volvió a sentar sin hablar. Draco a los minutos despertó asustado, todo el camino de vuelta a casa la pasamos hablando los dos, ya que Evan iba mirado por la ventana.

Bajamos del tren, Draco cargaba mis maletas mientras íbamos sujetos de las manos. Él iba sonriente contándome que haríamos en las vacaciones.

Aunque realmente no sabía si iba a ser unas buenas vacaciones.

—Cissy—saludé. —¿Cómo has estado?

—No tan bien a no tener a mi bebé—hablo dándole un beso en la mejilla a Draco.

—Mamá no me avergüences—murmuro.

—Draco, no seas así con tu madre—hable sonriendo.

—¡Perdón por llegar tarde! —hablo mi padre corriendo hacia nosotros.

—¡Papá! —grite para abrazarlo apenas que llegó.

—Lydia—me abrazo más fuerte. —Te extrañe, princesita.

Luego de despedimos de Cissy y Draco, nos retiramos a nuestra mansión. Estuve horas hablando con mi padre, mientras Evan nos miraban sin decir nada.

La noche llegó y vi que mi padre bajaba puesto un terno.

—¿A dónde vas? —pregunté

Mi padre me miro con tristeza luego paso a mirar a mi hermano. Quien finalmente habló.

—¿Cuándo querrá conocer? —pregunto friamente.

No, por favor, no hablen de eso.

—Por el momento esta esperado que termines tu séptimo año—contesto preocupado.

—No—murmure. —No están hablando del...

—El Señor Oscuro—completo Evan.

Me quede en silencio y abrace mis brazos.

—Así que...—mira hacia el suelo. —¿Asi será todas las vacaciones?

Mi padre desvió la mirada, pero mi hermano respondió.

—Sí, Lydia—se levantó. —Así serán

Maldita sea.