Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 11

Estaba sentada a lado de Draco, quién tenía el brazo todo vendado.

—¿Te duele mucho Draco? —pregunto Parkinson.

—¿Tu que crees Parkinson? —la fulmine con la mirada, la cual me devolvió.

—A veces—admitió Draco. —La señora Pomfrey dijo que pude perder el brazo y es posible que no pueda hacer tarea en semanas.

—Pobrecito—dije acariciando su brazo. —¿Tú padre hará algo al respecto?

—Sí, dice que tomará cartas contra ese estúpido pollo—escupió Draco mientras yo le daba caricias en la oreja.

—Sí, sí, déjale de darle cariño a tu perro—exigió Eli apareciendo detrás de nosotros.

—¿¡Cuándo llegaste!? —pregunté algo asustada.

—Siempre estuve aquí—sonrió. —Necesito contarte algo—me agarró mi brazo.

—No—contradijo Draco agarrando mi mano con su brazo sano. —Yo estoy enfermo, yo la necesito.

Eli lo fulminó con la mirada. —Si no quieres despertar con otro brazo roto, será mejor que la sueltes.

Draco le dedico una última mirada con ira, pero finalmente me soltó. Antes que Eli y yo nos fuéramos, me acerqué a Parkinson.

—No te acerques tanto—dije mirándola con furor.

Eli me llevo a un pasillo que este casi vacío, y se aseguro que no hubiera nadie.

—Bueno—suspiro. —Me he enterado de un oscuro secreto de mi familia.

—¿Oscuro? —solté una pequeña risa, sin embargo, ella me miro seria. — ¿Qué tan grave es?

—¿Te acuerdas de la historia de mis abuelos? —asentí. — Mi abuelo estaba reuniendo "algo que no me dirá hasta que sea grande"—se aseguró de nuevo que no hubiera nadie cerca. —Ya sé que es.

Le dedique una mirada comprensiva diciendo que siga contado.

—Mi abuelo estaba en Estados Unidos, reuniendo personas para...—bajo su tono de voz— .

Mi cara cayó, la miré sorprendida. —¿Qué? —pregunté sin creerlo.

—Mi abuelo era mortifago—dijo firme y segura. —El deber de mi abuela, ya sabes, como aurora su deber era atrapar a mi abuelo, sin embargo, se enamoraron y ya sabes lo demás—suspiró. —Por eso mi abuelo termino con los ideales de mi familia.

—Bueno, pero tu abuelo ha cambiado—hablé. —¿Qué hay de malo?

—Qué a veces le duele su marca—susurró. —Tú crees que... ¿Quien-Tú-Sabes siga...vivo? —bajo la mirada.

—No—contesté en seguida. —Él fue derrotado hace años, es imposible que siga vivo—le agarré su hombro. —Tarde o temprano esa estúpida marca va a desaparecer, ¿sí?

Eli me sonrió reconfortada. —Luego de contarme la historia, mi abuelo me regalo esto—enseño un giratiempo que tenía oculto en su pecho.

—¡Eso es magnífico! —exclamé sorprendida, sin embargo, Eli tuvo que esconderlo porque escuchamos pasos.

A unos metros de nosotros estaba el trio de oro, hablando como de costumbre de algún lío que se habrá metido. Estaba a punto de irse, hasta que Ginny Weasley intervinió, hablando con Potter. Estuvieron un rato hablando con el trío de oro, hasta que se fueron, dejándola sola. Me gire para seguir hablando con Eli, pero ella comenzó a caminar hacia Ginny.

—¡Miren a quién tenemos aquí! —gruño Eli. —¡A la pequeña traidora Weasley!

Ginny la fulmino con la mirada. —¿Qué quieres Bennet?