Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 18

Cerré mi maleta, luego de asegurarme de tener todo para pasar las vacaciones en dos casas distintas. Mañana partiría a la casa de Eli, para luego irme a con los Malfoy.

Hoy mi padre nos tenía una gran cena, nos dijo que llegaría un invitado no tan especial, pero invitado al final.

Llegué a la planta baja, me dirigí a la mesa en donde ya estaban sentados mi padre y hermano. Mi padre estaba sentado frente a mi hermano, yo me senté a lado de este último.

—¿Aún no llega tu invitado? —pregunté viendo directamente a mi padre.

—No—dio un largo suspiro. —Su impuntualidad siempre le caracterizo.

—Ser impuntual no es de caballeros—hablo mi hermano.

Mi padre comenzó a reír junto a mi hermano, para comenzar a hablar. —Tienen razón, eres idéntico a mí.

—Y yo a mi madre—mi padre dejo de reír. —¿No es así?

—Tu madre...sí—respondió. —Siempre será una gran mujer, mi Odette.

El ambiente comenzó a sentirse triste. Pero, mi hermano comenzó a hablar, intentado cambiar de tema.

—Padre—Evan comenzó a mover la pierna nerviosamente. — Eh, quisiera contarte algo.

—Claro, dime—mi padre lo miro atentamente.

Evan comenzó a mover más su pierna. —Eh, pues, quisiera, bueno.

—¿Qué te pasa Evan? —preguntó mi padre raro de la actitud de mi hermano.

—Seguro conoces a la familia Fletcher—pregunto rápidamente.

Mi padre rodeo los ojos. —Si me hablas de Alexander Fletcher, solo tendré que decir cosas horribles de ese tipejo—contestó amargado. —Ese estúpido Gryffindor, estaba en mi mismo curso, de vez en cuando chocábamos.

Evan se le bajo la presión. —Pero, hey, quizás ha cambiado.

—La rivalidad sigue en pie—afirmo con rencor.

Parecía que Evan se le iba a bajar toda la presión, así que decidí intervenir.

—Pero, papá—le sonreí. —¿No importa que sea sangre pura?

—Bueno, sí—sonrió. — Le sang est tout—habló en francés.

—La sangre es todo—tradujo mi hermano con la cabeza agachada.

—Los Robertson por siglos hemos sido sangre pura—habló orgulloso. —Sé que ustedes seguirán con la pureza.

Veía a mi hermano agacho la cabeza, mientras mi padre mostraba orgullo. Así que, decidí cambiar de tema.

—Papá—llamé agachado la mirada. —¿Extrañas mucho a mamá?

Mi padre se quedó callado, y viendo el gran retrato que había frente a la mesa, en donde estaban él con mi madre cuando estaba viva, junto a nosotros de pequeños.

—Cada día, es un sufrimiento saber que no la tengo junto a mi—respondió. —Perdón, sé que casi nunca hablo de ella...

—Podrías...—mi hermano comenzó a hablar sin mirar a mi padre, —¿hablar de ella?

—Sí—mi padre sonrió. —Ella era...tan hermosa persona, para mí, era simplemente perfecta—tomo un poco de su copa. —Me acuerdo que cuando la conocí, era tan tímida, tan asustadiza—comenzó a reírse. —Le hablé cuando estaba en su segundo año, era mi último año, no podía irme si hablarle. Apenas podía seguirme la conversación, aún así no deje de buscarla—miro su anillo de matrimonio. —Cuando la miré por primera vez, sentí una conexión, que nunca antes había sentido. Sentía que la conocía de toda la vida, no podía dejarla escapar tan fácil.