Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑

➸ Capitulo 71

—¡Draco! —grite levantándome de golpe. —¿¡En donde está, Draco!?

Evan se acercó rápidamente para agarrarme en sus brazos. —Lydia.

—No—intente alejarme de su agarre. —¿¡En donde estoy?! ¡¿Y Draco?!

—Lydia, escúchame—Evan me miro. —Cálmate, por favor.

Evan me abrazo contra su pecho, me empezó a abrazar con mucha fuerza.

—Lydia...—me miro con miedo. —Tienes que ser fuerza.

—Por favor...—solloce. —Dime en donde está Draco, solo dímelo.

Evan se quedó callado, mire alrededor y me fije en Eli, quien se encontraba frente de nosotros.

—Eli—murmure. —Tú sabes en donde está, ¿no?

—Lydia—se acercó para agarrar mi mano. —Intentaron de todo, pero...

—¡Solo díganme en donde está! —grite con terror.

Ambos se miraron entre sí, ninguno se atrevía a darme la cara.

—Draco está muerto.

Finalmente hablo Evan.

—¿Qué? —dije incrédula. —No, no, no, no es cierto—me negué levantándome de la cama.

—¡Lydia! ¡No te vayas! —grito Evan.

Empecé a correr sin parar por los pasillos. Buscando a Draco, no creía en nada, no era cierto, no podía ser cierto.

Draco no estaba muerto.

Me detuve en un pasillo que estaba vacío, entonces me tiré de rodillas, no podía ser cierto. Mire a mi alrededor, todo se veía tan gris, tan vacío, tan frío.

Draco, ¿en dónde estás?, Draco.

Desde el fondo de mi corazón salió un grito, sentía que mi garganta se rompía, las lágrimas empezaban a resbalarse por mis mejillas.

—¡Draco!

Todo se volvió de negro.

Había pasado una semana desde aquel accidente, no salía de mi habitación para nada. No quería mirar a nadie, ni saber de nadie.

—Lydia—Evan entro a verme. —Tienes que salir de acá.

—No—suspire con cansancio. —Mi vida no tiene sentido.

—Hermanita...—Evan se intentó acercar pero me negué. —Lydia...

—Necesito salir—me levante. —No me sigas.

Evan asintió con miedo, le di una última mirada y empecé a salir de mi habitación.

Sentí como todas las miradas caían sobre mí, los murmullos de los estudiantes se hacían fuertes, sentía como todos me observaban con pena.

La noche había caído, así que mientras caminaba todos los estudiantes se retiraban a sus habitaciones. Yo seguía caminando hacia la Torre de Astronomía.

Cuando llegue me acerque al balcón, mire hacia el cielo, no se encontraba ninguna estrella, la brisa del viento se sentía.

—Draco...—sollocé. —No tenías que irte...—me tire de rodillas. —No tenías que dejarme sola...no.

Mi mundo se había caído, Draco se había ido, tenía que aceptarlo, pero no podía. Mi corazón se rompía cada vez que me acordaba de él.

Draco se había llevado mi corazón.