Draco y yo estábamos juntos, con sus gorilas detrás de nosotros, mientras Eli y Nott estaban a unos metros de nosotros. Las personas se comenzaron acumular en un pesadillo, Draco agarró mi mano y con la ayuda de sus gorilas, nos pusimos delante de todos.
El trío de Oro estaban delante de la Sra. Norris, quien se encontraba petrificada, unas letras pintadas con sangre resaltaban el muro que estaba detrás de Potter. Todos comenzaron a susurrar que el culpable era Potter.
—Enemigos del heredero temed—habló Draco. —Ustedes impuros serán los siguiente—repudió viendo a Granger.
El Sr. Flich comenzaron a culpar a Potter, sin embargo, una vez más Dumbledorelo salvó, pero pidió que los tres se quedarán, mientras los demás éramos llevados a nuestras salas. Draco me dedico una sutil mirada como despedida, y yo se la devolví.
Pasaron las horas y la rutina seguía, pero el rumor que Potter había sido culpable de lo que paso, seguía en pie. En la clase de la profesora McGonagall, nos habló un poco de la Cámara de los Secretos, sin embargo, me di cuenta que Weasley miro raramente a Draco, como si buscaran una respuesta en él.
Estaba tan ansiosa por el partido de Slytherin contra Gryffindor, ya que sería la primera vez que Draco jugaba en el equipo. Cuando llegue, busque con la mirada a Eli, quién me estaba guardando sitio en una de las gradas de Slytherin. Antes que suba me choqué con el señor Lucius, quién me saludo amablemente, me dio unos chocolates que la señora Narcisa me había enviado. Realmente los señores Malfoy conmigo eran un amor de personas, algo demasiado raro, ya que usualmente con todos eran demasiados fríos y narcisistas.
—¿Qué te traes con Malfoy? —preguntó mi hermano viendo con picardía. —Que Narcisa te envié chocolates y mi padrino te saludé con tanta amabilidad, es raro.
—Bueno, mi belleza es cautiva con todos—presumí. —¿Cómo sigues? —pregunté cambiando el ambiente al golpe.
—No me importa tanto el tema—replicó orgulloso. —Si Bonnie desea revolcarse con ese traidor de Weasley, que lo haga.
—Sigo creyendo que le deberías pedir explicaciones—sugerí haciendo una mueca.
—¿Cómo me dará una explicación? —soltó una risa irónica. —Si nunca hemos sido nada, ni lo seremos.
Lo abracé muy fuerte, por lo cual él me devolvió el abrazo. —Sabes que te quiero demasiado, y siempre voy a velar por tu bien.
—No—comenzó a reír. —El que tiene que velar por tu bien, soy yo—me dio un pequeño beso en la frente—me empujo un poco. —Anda, ya comenzará el partido.
Le di una última sonrisa y me dirigí a las gradas, para sentarme a lado de Eli, quién me comenzó a hablar sobre las muchas cosas que tiene en común con Nott.
El partido comenzó con Slytherin ganado, sin embargo, Gryffindor comenzó a ganar, superando a Slytherin, pero así andaban empatado y desempatado, aunque me dedicaba más a ver a Malfoy que tomarle más interés al partid. Quería que ganen Slytherin, sabía que Draco deseaba que su padre lo vea orgulloso como un ganador.
Draco comenzó a molestar a Potter, pero al instante me di cuenta que la snitch estaba a su lado, intenté gritar, pero no me escucho, gracias a Rowena se dio cuenta al instante. Una lucha comenzó entre Draco y Potter, los dos seguían a la snitch, detrás de ellos iba una bludger loca. Draco perdió el equilibrio y acabo cayendo al campo, sin importarme nada ni nadie, comencé a bajar las gradas en búsqueda de Draco, apenas llegué él se lanzó a mis brazos.
—¡Draco! —grité preocupada.
—¡Lydia! —comenzó a sollozar. —¡Me duele!
El equipo comenzó a acercarse para levantarlo y llevarlo a la enfermería. Pero él exigía a gritos que no lo suelte, ni cuando llegamos a la enfermería me permitió que le suelte la mano. Madame Poppy Pomfrey no fue de mucha ayuda, ya que solo decía que Draco no tenía nada y estaba exagerando.
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Siempre estuvo ella ↯ ┃Draco Malfoy┃☑
FanfictionLydia, perteneciente a la noble y ancestral casa de los Robertson, seleccionada en Ravenclaw, enamorada desde su primer año del chico más arrogante de Hogwarts, Draco Malfoy. Desde pequeña le inculcaron firmemente la importancia de la pureza de san...