CAPÍTULO EXTRA: CHARLIE 1

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CHARLIE (PARTE 1)

6 AÑOS

Papá y mamá nos habían dejado a Dave y a mí en casa de una vecina que no nos estaba haciendo mucho caso.

No conseguía que Dave se estuviera quieto y eso estaba enfadando a la señora que no parecía nada contenta con tener que cuidarnos y que no hacía más que quejarse de que mamá tuviera más hijos.

Al fin apareció papá para llevarnos a casa y no sé si soy yo o la señora quien se sintió más aliviado al verlo llegar.

- Vamos chicos, es hora de conocer a vuestro nuevo hermanito.

Dave no se enteraba de nada, solo tenía cuatro años. Cuando entramos en casa, se acercó a la cuna, miró un instante dentro y se fue corriendo a jugar.

- Mira Charlie, es tu hermano Andrew- me dijo mamá mostrándome al bebé

- Yo quería una hermanita- dije decepcionado. Ya me habían dicho que era un niño, pero tenía la esperanza que de lo cambiasen por una niña.

Aun así, cogí su diminuta mano con la mía. Estaba muy suave.

- Hola Andy, soy tu hermano mayor y voy a cuidarte- dije presentándome como hermano mayor.

- Charlie, se llama Andrew- corrigió mamá.

- A mí me gusta más Andy- no me importaba la opinión de mamá, ella podía llamarle como le diese la gana, pero yo le llamaría Andy.

Después de la llegada del bebé a casa, mamá estuvo un tiempo enferma sin levantarse de la cama y papá tuvo que pedir permiso en su trabajo unos días para llevarnos al colegio y cuidar de Andy.

Papá y mamá siempre estaban discutiendo y Dave y yo nos llevábamos a Andy, que había empezado a gatear, a jugar a nuestra habitación.

- Laura, tienes que empezar a cuidar de los niños, yo no puedo con todo- escuché decir a papá.

- También es cosa tuya. Yo no pienso quedarme en casa jugando a las casitas. Te lo dejé muy claro cuando nos casamos. Yo quiero mi carrera.

- Sí, pero tenemos tres niños a los que hay que llevar al colegio, dar de comer...

- Bueno, pues dedícales más tiempo, yo no estoy dispuesta.

- Laura, sabes que ahora no puedo, me despidieron cuando nació Andy y llevo meses intentando sacar adelante la empresa.

- Eso ha sido cosa tuya, busca otro trabajo que te permita cuidar de los niños.

- Sabes que no puedo, he invertido todos nuestros ahorros en este proyecto. Necesito que funcione.

No escuché más, pero, desde ese día, papá nos llevaba a los tres con él a su trabajo cuando salíamos del colegio.

Era divertido y podía conseguir que Dave se estuviera quieto si nos poníamos a jugar con el barro verde.

8 AÑOS

Mamá estaba esperando otro bebé y siempre estaba enfadada.

A veces era divertida y estaba muy contenta, pero hacía tiempo que solo estaba enfadada y que pasaba otra vez mucho tiempo en la cama.

Intentaba ayudar a papá con Dave y con Andy para que no tuviera que preocuparse por nosotros. Tenía que trabajar mucho y lo veía cansado, aunque siempre estaba dispuesto a jugar con nosotros.

Al fin encontraron la manera de que Dave se quedase quieto un rato cuando nos apuntaron a los dos al equipo de béisbol de la escuela para que papá tuviera más tiempo para trabajar antes de recogernos del colegio.

No hacía ni caso de los profesores y me llamaban continuamente a mi clase para decirme que se portaba fatal, sin embargo, en el equipo, prestaba atención y se esforzaba por hacer las cosas bien.

Estaba en el jardín haciendo mis deberes mientras Dave jugaba lanzando una pelota contra la pared una y otra vez cuando papá apareció con Andy en brazos y lo metió en el coche corriendo.

- Chicos, tenemos que irnos al hospital. Mamá está de parto- dijo regresando a casa a por mamá.

Dave y yo nos subimos al coche. Cogí mi libreta y mis lápices para poder terminar mi tarea, no quería una mala nota al día siguiente.

Mamá no hacía más que gritar en el coche, Andy se puso a llorar y Dave me miraba asustado.

- Charlie, por favor, intenta calmar a Andy- pidió papá, que, en contra de lo que quería mamá, también le llamaba Andy.

- No es fácil con mamá gritando, están asustados- dije haciendo caso a papá y agitando un muñeco delante de Andy e intentando jugar con Dave al "veo veo".

Al fin llegamos al hospital y una enfermera se llevó a mamá, que no había dejado de gritar.

- Charlie, tenéis que esperar aquí, cuida de tus hermanos y que no armen mucho escándalo- pidió papá señalándome unos sillones de una sala de espera.

- Sí, vale, yo los cuido – dije llevando a Andy de la mano.

En el momento papá desapareció, Dave empezó a saltar de un sillón a otro molestando a las otras personas que había en la sala y Andy no dejaba de llorar.

- Venid los dos aquí, vamos a pintar- ya había desistido de terminar mis deberes, así que arranqué dos hojas y di una a cada uno con unos lápices de colores para pintar.

Durante un rato estuvimos los tres pintando en el suelo, hasta que Dave se aburrió y comenzó a romper su dibujo lanzándome bolas de papel.

- Dave, estate quieto, no molestes a la gente y no rompas los papeles, lo estás ensuciando todo- pedí al terremoto de mi hermano.

Un señor a nuestro lado me preguntó si estábamos solos.

- Nuestro papá ha entrado con mamá, que va a tener dos bebés- explicó Dave hablando con el desconocido.

Afortunadamente, no era un psicópata y me ayudó con Dave haciéndole aviones de papel, de manera que distraía a la vez a Andy y a Dave y yo pude terminar mi tarea, aunque mi libreta perdió muchas hojas que terminaron transformadas en aviones de papel.

Pasó mucho rato hasta que papá vino a buscarnos para ir a ver a mamá y a los bebés.

- Andy y Dave tienen hambre- dije a papá por el pasillo.

- Sí, ahora iré a buscaros algo para cenar. Estoy seguro de que tú también tienes hambre.

Claro que tenía hambre, pero no quería quejarme para no preocuparle más.

Mamá estaba durmiendo cuando entramos en la habitación y, junto a ella, había dos cunitas, pero una estaba vacía.

- No dejan que los separemos, están los dos ahí- papá señaló la otra cunita.

Los dos bebés dormían tranquilos abrazados uno al otro. No tenían pelo, ni cejas ni pestañas.

- Os presento a Liam y a Nicole, vuestros hermanos pequeños- presentó papá.

No pedí permiso para tocarlos.

- ¿Quién es quién? – preguntó Dave mirando a los bebés.

- Mmm, todavía no lo sé, pero Nicole es la niña – sonrió papá.

- Ella es Nicole- adiviné por el pijama rosa- Hola Nicky, al fin una niña en casa.

- Se llama Nicole- escuché decir a mamá medio dormida- no le cambies el nombre igual que a Andy.

No hice ni caso y todos, menos mamá, empezamos a llamarla Nicky.


El quinto hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora