El quinto hermano

CAPÍTULO EXTRA: ANDY 7

ANDY(PARTE 7)

21 AÑOS (Actualidad)

Los mellizos ya se han ido a la universidad y viven cerca del campus, aunque vienen a menudo y siempre vamos a ver los partidos de Liam.

Finalmente, Charlie y Madison se decidieron a confirmarme que estaban juntos antes de decírselo a los pequeños. Habían dado por supuesto que yo ya lo sabía y no le hemos dado demasiada importancia. Sin embargo, para Charlie y para Madison es un alivio poder comportarse como una pareja de verdad sin necesidad de esconderse.

Liam era un jugador espectacular. Estaba acostumbrado a verlo siempre siendo el mejor del equipo, pero esto es la liga universitaria, el paso previo a la liga profesional y, a pesar de ser el novato, volvía a ser el mejor de su equipo.

Dave lo observa impresionado sin poder ocultar el orgullo que siente. Yo también me siento orgulloso, pero para Dave es especial, es él quien se pasa horas practicando y el que le enseñó a sujetar el bate cuando todavía no era capaz de mantenerse en pie.

Siempre esperamos al terminar el partido para irnos todos juntos y hoy es especial, quiero ver su cara cuando Madison y Charlie le digan que están juntos.

Me encanta que Nicky al fin tenga amigas, aunque nos miren como si fuéramos animales del zoo. Cada vez que me giro, una de ellas está mirando y a Dave le ocurre lo mismo.

- Creo que prefería cuando solo tenía amigos – dice Dave cuando los dos nos quedamos mirándonos adivinándonos el pensamiento. Me hace reír.

- Creo que yo también. Imagínate al pobre Liam con ellas rondando por el apartamento. Seguro que no lo dejan tranquilo.

Nos vamos los seis a cenar juntos y todo es casi perfecto. Nicky está seria y todos sabemos que es porque echa de menos a Jason en todas las comidas familiares. Estoy convencido de que es la que más lo añora de todos, incluso más que Liam.

Madison ya prácticamente vive en casa y tiene hasta su propio armario en la habitación de Charlie.

- ¿Vais a iros a vivir juntos? – pregunto a Charlie de camino al trabajo.

- Ya vivimos juntos – responde Charlie sin entender muy bien mi pregunta y se supone que él es de los listos de esta familia.

- Sí, ya, con nosotros en casa. ¿No has pensado que ella prefiera tener su propia casa sin nosotros? – he estado mucho tiempo dando vueltas a esto y al final me he decidido a preguntar. En el fondo tengo miedo de que se vayan y nos dejen solos, pero entiendo que, como pareja, quieran una vida independiente. Charlie me sonríe.

- No vamos a irnos a ningún sitio y sí, lo hemos hablado ya. Lo hablamos cuando ella se vino a vivir a casa y no hubo que decidir nada. Ella quiere estar con vosotros tanto como yo, así que, si te molestamos, ya puedes hacer tú la maleta – termina bromeando y respiro aliviado al saber que no van a dejarnos – Madison dice que le ha costado mucho criarte y que, ahora que das menos faena, no va a dejarte.

- No he costado tanto de criar – digo un poco molesto sin dejar de sonreír. Charlie me dedica una sonrisa irónica.

- Bueno, digamos que estamos muy aliviados de que terminases los estudios antes de ir a un reformatorio – Charlie lo dice en broma, pero sé que realmente estaban preocupados y que, por mi culpa, casi le quitan nuestra custodia.

Aprovecho los momentos en los que no tengo mucho trabajo para ir buscando locales de oficinas, pero todo es demasiado caro, demasiado pequeño o demasiado caro y pequeño.

No tengo prisa, así que voy mirando con paciencia hasta que encuentre algo bueno de verdad y no pierdo la esperanza de encontrarlo.

Los mellizos vienen a pasar las vacaciones de navidad a casa y tengo ganas de terminar la jornada para ir con ellos. Nos vemos continuamente, pero tenerlos en casa es diferente. Es como si todo volviera a ser como antes de que se fueran a la universidad.