CAPÍTULO 32

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Disfrutamos juntos de toda la actuación. Estamos nerviosos y creo que muy asustados, al menos yo lo estoy y creo que Jason también porque no deja de tocarme la mano, el brazo, me sujeta por la cintura y no deja de besarme como su fuera a desaparecer.

Pensaba que tomar una decisión haría que me sintiera mejor, pero sigo estando atacada y creo que más asustada que antes. Voy a ser mamá, vamos a ser padres, tendremos un bebé y me da muchísimo miedo.

Sergio termina de actuar y, como la otra vez, sale por una puerta junto al escenario y vemos como lo rodean.

- ¿Se están haciendo fotos con él? - pregunto en voz alta.

- Pues, eso parece - dice Jason tan sorprendido como yo.

- Vaya, debe estar pasándolo fatal - lo conozco lo suficiente como para saber que el contacto con la gente le incomoda y no imagino lo que es para él convertirse en el centro de atención de esa manera.

Jason y yo nos acercamos y nos mira aliviado acercándose a nosotros como puede.

- ¿Qué os ha parecido? - pregunta con ese brillo en la mirada que le hace parecer un niño.

- Sergio, ha sido genial. Eres increíble - no puedo evitar decírselo con un abrazo, no lo he pensado y, cuando me doy cuenta, creo que me sorprendo al ver que no está rígido, sino que pasa sus brazos por mi espalda y me devuelve el abrazo con cariño antes de mirar a Jason.

- No tengo ni idea de cómo lo hacías en el metro, pero aquí, ha sido espectacular - reconoce Jason dándole la mano.

- Me encanta la canción que, bueno, la que .... - sé que me la ha escrito a mí, pero no quiero darlo por supuesto después de verlo allí cantándola para todo el mundo.

- La que escribí para ti. Ha sido importante para mí que la escuchases aquí, cantarla para ti delante de todos - me interrumpe y lo explica con naturalidad. Me gusta verlo así de feliz.

- ¡Eh! ¡Ya te has despejado un poco! ¡Pasa a la zona VIP! - nos vuelve a interrumpir el mismo hombre que la vez anterior con los mismos malos modos.

- Tengo que continuar...trabajando. Os veo mañana.

La alegría de su mirada ha desaparecido y se aleja de nosotros dejándonos con la boca abierta. Yo pensaba que su trabajo era actuar, pero ha dicho que va a continuar trabajando y esa es la explicación de por qué llega por las mañanas a casa.

El local está bastante bien y decidimos quedarnos un buen rato. A Jason le encantan las fiestas y sé que no está muy integrado en la vida universitaria.

Nos acercamos a la barra a por la segunda copa de Jason y una botella de agua para mí y el camarero de la primera vez se nos acerca rápidamente para atendernos.

- ¿Sois amigos de Sergio? - nos pregunta mientras prepara la bebida. Yo asiento. Creo que ya somos amigos y no solo compañeros de piso, al menos no creo que haya nadie que pueda considerarse amigo suyo más que yo.

- Lo he supuesto, nunca viene nadie a verlo y eso es muy raro, siempre nos da sus invitaciones - no quiero decir nada de Sergio a este chico al que no conozco ni sé la relación que tiene con él - Hablad con él, no puede dejar que se sigan aprovechando de él.

- ¿A qué te refieres? - pregunto con curiosidad. Este chico tiene información que nosotros no.

- ¿Has visto cómo estaba el local? Él hace que toda esa gente venga y le pagan cincuenta euros, igual que la primera vez que vino.

El quinto hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora