CAPÍTULO EXTRA: ANDY 10

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No quiero esperar demasiado para la segunda cita y quedamos para cenar e ir al cine el miércoles.

- ¿Vas a salir un miércoles? – pregunta Madison cuando les aviso que no me quedo a cenar.

- Sí, he quedado para ir al cine – respondo. Ya soy un adulto, pero no puedo negar las explicaciones a Madison.

- Mañana tienes que trabajar y tenemos una reunión con inversores a las nueve de la mañana – advierte Charlie. Dave me mira con el ceño fruncido sin decir nada.

- Solo voy a cenar y al cine. No creo que venga tarde – digo para tranquilizar a todos.

- ¿Has quedado con Karen? – Pregunta Dave al final. Yo asiento y él aprieta los labios sin decir nada. Esto es raro en él, nunca se calla nada.

Mientras me estoy arreglando para salir, Dave entra en mi dormitorio y  me queda mirando.

- ¿Te gusta esa chica? – pregunta muy serio.

- Bueno, creo que sí. Al menos quiero conocerla – Dave, ¿qué pasa? ¿Por qué te pones así?

- No me da buena espina – Dave habla con cautela. Me quedo callado esperando. Sé que, si tiene que decir algo, lo va a decir diga yo lo que diga – Mira, me da la sensación de que está más interesada en la cuenta del banco que en ti.

- ¿Por qué piensas eso? – pregunto sabiendo que Dave no suele juzgar a las personas por una primera impresión. Se quedó un segundo callado antes de hablar.

- Mira, yo no quiero decir que no le gustes, ¿vale?

- Entonces, ¿qué quieres decir? Está claro que quieres decirme algo y me sorprende que no te atrevas. Dilo de una vez y punto – estoy perdiendo la paciencia. Si continúa divagando voy a llegar tarde.

- Uno de los días que quedamos para firmar los papeles la escuché hablando por teléfono – Dave se queda callada dándome la información por fascículos. Le miro animándole a seguir – No sé con quién estaba hablando, quizá una amiga, no lo sé, pero hablaba de nuestro patrimonio.

- Bueno, igual era con su jefe – digo pensando que podría comentar el patrimonio de la empresa para alguna cuestión de trabajo. Dave niega con la cabeza.

- No lo creo, y menos si va acompañado de la expresión "tienes que verlos, son guapísimos los tres y dos están libres" y a continuación hace referencia al saldo de nuestras cuentas corrientes – he de reconocer que Dave tiene razón en sus sospechas si realmente escuchó eso y también reconozco que me siento decepcionado y algo traicionado. Creo que esta vez esperaba algo más de esta relación y soy yo el que me siento utilizado – Ten cuidado, ¿vale? – aconseja al ver que me he quedado en silencio.

- Sí. La verdad es que no es que piense casarme con ella ni nada parecido – digo bromeando para disimular que estoy dolido. Dave asiente en silencio y sale de mi dormitorio.

Termino de arreglarme y me marcho para encontrarme con Karen.

No puedo decir que esta situación sea una sorpresa para mí. De pequeño veía como las mujeres se acercaban a mi padre y no es la primera vez que también se acerca alguien a nosotros esperando acceder a nuestra cuenta corriente. Sin embargo, quería pensar que con esta chica podía ser diferente y podíamos llegar a algo más que a un polvo de una noche.

Durante la cita observo el comportamiento de Karen. Ha intentado pagar su entrada del cine, aunque al final he pagado yo voluntariamente. Al salir, hemos ido a cenar a un restaurante de comida rápida y lo ha sugerido ella. Normalmente, las caza fortunas suelen preferir restaurantes caros y no pagan su menú. Quizá Dave esté equivocado y malinterpretó la conversación. Al fin y al cabo, no sabe con quién estaba hablando ni de qué, simplemente escuchó una parte de lo que estaba diciendo.

El quinto hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora