El quinto hermano

CAPÍTULO EXTRA: ANDY 25

Han pasado casi dos meses desde mi "despedida" con Karen y todo va mejor que nunca. Al principio no creía que ella fuese a aceptar las cosas tal y como son, pero una vez más me ha sorprendido y ha desaparecido de mi vida.

La temporada de béisbol está a punto de terminar y ha empezado a hablarse Liam como candidato a estar en la selección nacional. Si eso llegase a suceder, sería el jugador más joven en debutar con el equipo del país y todo después de su accidente. Sin embargo, parece que todos estamos más entusiasmados con la publicación de la lista que él.

—Yo ya he cumplido mi sueño. Yo siempre quise jugar para los Dodgers y lo he conseguido. Todo lo que llegue a partir de ahora es un regalo por eso no estoy nervioso. Si me llaman, será una gran noticia, pero si no me llaman, no pasa nada—Liam nos da su punto de vista durante la cena mientras vemos las noticias esperando que salga la famosa lista.

Podemos ver a Nicky y a Jason en la pantalla del ordenador. No han querido perderse este momento con nosotros y están tan pendientes de las noticias como nosotros.

—Todo el mundo sabe que eres uno de los mejores. Si no te llaman este año, lo harán al próximo—asegura Nicky—Tu destino es la selección nacional antes o después.

—No tengo ninguna prisa. No aspiro a batir ningún récord ni nada parecido—dice Liam calmado.

El comentarista comienza a decir los nombres de la lista y empieza con los habituales, con los jugadores que han formado parte del equipo en las últimas convocatorias y que eran apuestas seguras. Continúa avanzando con algunas novedades y va llegando al final sin decir el nombre de Liam.

—"Y, para cerrar la lista, Liam Parker, de los Dodgers"

En ese momento, el caos se desata en casa. Todos gritamos y lo celebramos abrazando a Liam que está como petrificado. Se ha quedado completamente blanco y parece que vaya a vomitar. De hecho, se levanta de la silla y sale corriendo hasta el baño.

—¿Está vomitando?—pregunta Jason riendo desde el otro lado de la pantalla—No me lo puedo creer.

—Espero que la prensa no se entere de esto—bromeo riendo. Siempre me han sorprendido las reacciones de Liam ante cualquier cosa que escapa de su control.

—Si alguien cuenta algo de esto, lo mato—amenaza Liam regresando a la cocina con una sonrisa de oreja a oreja que es el vivo reflejo de la felicidad.

Su teléfono comienza a sonar al instante con llamadas de compañeros y de periodistas. Va atendiendo una tras otra con paciencia y con una profesionalidad que nos sorprende a todos. Es nuestro hermanito pequeño, el enano al que Nicky y Jason metían en un lío tras otro y al que ella siempre tenía defiende. Le escuchamos responder y nos damos cuenta de que ya no es un niño pequeño, ahora es ya un hombre con la responsabilidad de representar a todo el país y lo más sorprendente es la naturalidad con la que asume esa responsabilidad.

En ese momento, mi teléfono comienza a sonar y le pido a Dave que me lo acerque. Veo cómo le cambia la cara al ver quien llama.

—Es Karen— dice muy serio. No puedo ocultar mi sorpresa y le digo que no responda. Dave silencia la llamada y deja el teléfono.

—No creo que sea casualidad que llame ahora—dice Madison refiriéndose al momento de Liam.

—Sí, seguro que lo ha visto por televisión y querrá decir algo—realmente no tengo ni idea de lo que puede querer, pero no se me ocurre otra explicación.

—Algo inapropiado, seguro—matiza Nicky desde la pantalla.

El teléfono vuelve a sonar una y otra vez hasta que casi me obligan a responder porque no parece que vaya a conformarse si no lo hago.