CAPÍTULO 26

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Gracias a la televisión, a las clases y a Sergio, he mejorado mucho con el idioma en las últimas semanas y ya he empezado a comunicarme con algunos compañeros de clase.

A pesar de estar lejos de casa y de echar de menos a mis hermanos y especialmente a Jason, me alegro de haber venido, además, desde que está Sergio, aunque lo veo poco porque continúa pasando en el piso el tiempo justo y creo que intenta venir cuando yo no estoy, sé que no estoy completamente sola aquí.

Me levanto a las tres de la mañana para ver el partido de Liam. La puerta del dormitorio de Sergio está abierta y no hay nadie. Nunca la cierra, ni siquiera cuando está dentro. Parece que no tiene sentido de la privacidad o que no la necesita.

Con los cambios de huso horario, tengo que trasnochar para ver los partidos, pero no me importa, no me pierdo ninguno y, muchas veces, los veo con mis hermanos por videoconferencia. Hoy no están y no me responden. Supongo que estarán en el partido y he dejado de intentar contactar con ellos pues el partido ha empezado.

Escucho la puerta que se abre suavemente, casi sin hacer ruido y me giro para ver a Sergio dejando su guitarra y la mochila junto a la puerta. Me mira sorprendido.

- Buenas noches - digo yo para romper el hielo.

- Hola, no esperaba encontrarte despierta. ¿Qué haces a estas horas? – creo que era evidente que no me esperaba despierta.

- Ver a mi hermano - señalo la pantalla. Me mira extrañado como si no hubiese entendido lo que he dicho - Mi hermano Liam es ese de ahí - se acerca y mira hacia el televisor.

- ¿Tu hermano está en la televisión? - asiento con la cabeza - ¿Es un jugador profesional?

- Sí, más o menos, es de los jóvenes, debutó la temporada pasada.

- ¿Cuál de tus hermanos es? – pregunta como si en lugar de cuatro hermanos tuviera treinta.

- Es mi mellizo. ¿Quieres quedarte a ver el partido?

- No entiendo nada de ese deporte- realmente creo que, en este país, nadie entiende nada de este deporte. Se entusiasman viendo cómo dan patadas a un balón.

- Te lo puedo explicar- me ofrezco para que se quede - Es que no me gusta ver los partidos sola. Nunca los he visto sola.

- Claro, me quedo – se queda de pie al lado del sofá. ¿No piensa sentarse? Miro a mi lado en el sofá.

- ¿Vas a quedarte de pie? - me mira dudando y se sienta a mi lado con miedo.

Le voy explicando lo que sucede en el juego celebrando cada una de las buenas acciones de Liam.

- ¿Tu hermano es bueno? - pregunta después de un rato y varias celebraciones mías.

- Es joven, pero sí, es bueno.

El partido llega al descanso e intento llamar a mis hermanos de nuevo, pero ninguno responde.

- No es normal que no responda ninguno de mis hermanos. Voy a llamar a Jason - Jason me responde al primer tono.

- ¿No te han contestado? – él también parece extrañado de que no haya podido hablar con nadie.

- Ninguno.

- Bueno, tendrán sus motivos – Jason me está escondiendo algo.

- Tú sabes lo que está pasando. Me lo tienes que decir. ¿Le ha pasado algo a alguno?

- No, no le ha pasado nada a nadie, bueno sí, pero debería decírtelo Charlie- él sabe lo que ocurre y nadie me dice nada. Estoy empezando a estar asustada.

El quinto hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora