Bueno, no diré que he descubierto mi pasión por la maternidad al tener a mi niña en brazos, sigo pensando que no nací para ser madre, pero eso no significa que no piense que Sam es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, que me sienta tremendamente feliz cada vez que la miro y que sería capaz de cualquier cosa por ella, por mantenerla a salvo y por hacer que crezca feliz.
Jason sí que ha descubierto que es un gran padre, voy a tener que vigilarlo mucho para que no la convierta en una niña consentida. Cada vez que lo veo con ella siento que lo quiero todavía más.
Hemos estado discutiendo con mis hermanos la conveniencia o no de irnos a nuestro apartamento hasta que Jason termine sus exámenes.
- Allí estarás sola mientras él está en clase, aquí podemos ayudarte- me dice Dave intentando convencerme de que estaré mejor en casa con ellos.
- Creo que soy capaz de hacerme cargo de Sam yo sola y, si no lo soy, no debería haberla tenido, ¿no crees? – estoy decidida a irme con Jason.
- Dave no quiere decir que no seas capaz, sino que aquí estamos todos y.... - empieza a decir Charlie.
- Sé muy bien lo que quiere decir Dave, y sé que lo hacéis con la mejor intención de mundo, pero Sam no puede estar bien lejos de su padre, así que nos vamos los tres y espero que vengáis a visitarnos mucho estos meses, son dos horas de avión, no es que nos cambiemos de continente otra vez - como siempre, consigo convencerlos y Jason, Sam y yo volvemos al apartamento para vivir los últimos meses de universidad de Jason.
Esto de tener un bebé no es nada fácil a pesar de que Sam es una niña buenísima y casi desde el primer día duerme bastante bien por las noches, eso sí, nos despierta cada dos o tres horas y, como Jason está preparando sus exámenes, intento no despertarlo para que descanse, pero me las pagará después.
No tengo tiempo de echar de menos a mis hermanos pues Sam absorbe todo mi tiempo y energía a lo largo del día y de la noche. Me siento cansada a todas horas y cada vez que Jason llega de clase nos encuentra a las dos dormidas en la cama o en el sofá.
Después de dos meses en los que nos maravillamos con cada pequeño avance de nuestro bebé, Jason puede decir que se ha graduado y empezamos a preparar las maletas para volver a casa después de su graduación.
- Vamos, vístete, yo me encargo de Sam, no puedo llegar tarde - apremia Jason ya completamente listo para su ceremonia de graduación mientras yo no he tenido tiempo ni de meterme en la ducha por alimentar a la niña.
Le paso a Sam y empieza a hacerle carantoñas sin parar. Es adorable con ella, bueno, Jason siempre es adorable, es el mejor padre del mundo.
- ¡Puaj! ¡Sam! ¿de verdad era necesario esto ahora? - escucho al salir de la habitación ya arreglada y no puedo evitar una sonrisa al verlo cambiando a la niña y retirando un pañal sucio.
- Mejor ahora que cuando salgamos- digo buscando algo positivo a la situación.
- Sí, claro, pero tendríamos que llevarla al médico, creo que esta niña saca más de lo que come - bromea terminando de vestir a la niña.
Llegamos a la universidad y ya hay allí muchísima gente. Jason se despide de mí para ir con el resto de estudiantes y yo voy con Sam en brazos a buscar mi sitio entre en público.
Sé que envió una invitación a sus padres, pero ninguno de los dos respondió, así que no esperamos que vengan, cosa que corroboro al ver dos asientos vacíos a mi lado.
No ha hablado con ellos ni una sola vez en año y medio y no entiendo cómo pueden desentenderse de él de esa manera.
A punto de empezar la ceremonia, me sorprendo al escuchar a dos personas discutir que se sientan a mi lado. Son los padres de Jason que se sientan en sus asientos reservados sin reconocerme. La madre de Jason mira hacia Sam y hacia mí poniendo mala cara y murmurando algo a su exmarido.
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El quinto hermano
JugendliteraturNicky no es una chica como las demás. Ha crecido con sus cuatro hermanos y ahora se enfrenta a la vida y al amor. Una historia de crecimiento y desarrollo personal Primera historia de los hermanos Parker. El orden es: 1.- El quinto hermano (disponib...