Solo un club [Haikyuu]

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Confesión: no he visto Haikyuu, solo vi la escena en que está basado esto y leí la wikia de los personajes. Si hay algo mal con esto, perdón.
Además perdón si notan un bajo de calidad, en comparación con los anteriores, es que estoy adaptándome a la U y esto fue hecho a las prisas.

Esto fue escrito para lavear, mi bebu lindiiii ¡Feliz cumpleaños atrasado!

[Ya saben; si quieren un OS por su cumple me avisan de la fecha nomás y de qué lo quieren. Puedo tratar de hacer algo 👀 por el módico precio de su amor eterno y un trocito de sus almas, para mis sacrificios humanos a Lucy, en busca de inspiración infinita 👀💕]

 Puedo tratar de hacer algo 👀 por el módico precio de su amor eterno y un trocito de sus almas, para mis sacrificios humanos a Lucy, en busca de inspiración infinita 👀💕]

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— Pfff... Con esa fuerza ni para llevar nuestras mochilas sirves. — El rubio de unos ocho años mira a sus agresores con la mirada cristalizada, desde el suelo. Los otros tres niños se imponen altivos frente al pequeño.

Está seguro de que nadie vendrá a salvarle. Siempre es así. Las cosas se dan como es usual, ya que él es débil. El cause natural del día a día lo deja a él en una posición inferior.

Mientras su corazón se aprieta, él solo puede pensar una cosa acerca de su aspecto. Dios, simplemente debe lucir...-

- Patético. - Un chico pasa caminando junto al desastre. No se entromete, pero tampoco ignora la escena. Dice exactamente la palabra que rondaba la mente de Will.

El líder de sus agresores va hacía el azabache que ha opinado sobre su práctica, e intenta enfrentarse al chico, pero éste solo alza una ceja, sin inmutarse en lo más mínimo. Es un año mayor y toda su pinta está rodeada de un aura oscura, algo propiciada por sus negras ropas, que contrastan con su pálida piel, pero que de algún modo le da una esencia intimidante.
El pequeño agresor no quiere enfrentársele, por lo que al final sale corriendo, y sus dos amigos salen detrás de su líder.

El rubio ve al otro desde donde está. Nota que aquel azabache no va a ayudarle para que se levante, solo le observa por el rabillo del ojo por unos segundos, antes de alejarse. El menor está seguro de que esa palabra no iba hacía sus agresores. Era claramente para él...

Pero aún así, solo un pensamiento se desliza en su mente, entretejiéndose con la gratitud. Una única impresión le quedó tras el acto del otro chico.

Que genial...

Y mientras sus azulados ojos le veían alejarse cada vez más, procesó que no había podido agradecerle.

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#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora