Porque Rosas, de la Oreja de Van Gogh, se equivoca [Bar]

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Subí a mi tablero una pregunta de si les gustaría smut o no y acabe sin una respuesta definida .-. Así que por tiempo y demás, haré un punto neutro entre que si y que no ¡Disfruten!

Luego de que su primer amor le rechazará directamente, Nico dejo que sus pies le guiaran al único bar del que sabía la dirección

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Luego de que su primer amor le rechazará directamente, Nico dejo que sus pies le guiaran al único bar del que sabía la dirección. 

No es como si no lo hubiera esperado. Sabía desde el principio que el chico le diría que no le correspondía. Si se declaró fue netamente para poder sacarlo de su sistema, pero la verdad es que sus sentimientos por Percy habían dejado de ser intensos, desde hacía mucho. Solo quería saldar cuentas con su yo del pasado que sufrió mucho por tener que guardarlo.
Pero, aún así, el sentimiento de oscuridad existía en su pecho, pequeño pero presente. Así que decidió despedir ese amor como se merecía y fue a un lugar que un conocido le había recomendado. 

Sentado en la barra, se dedicó a tomar algo con alcohol. No frecuentaba estos sitios, pero, maldición, era la primera vez que daba un paso en sanar su corazón y quería vivirlo como lo hacían en las películas. Ebrio en algún lugar al que nunca volvería. 

La cosa es que la diosa del destino vio sus intenciones de pasar por un filme y, decidida a complacerle por una vez en la vida, ubicó a un apuesto chico de rubia cabellera a su lado, junto a la barra.

Parecía un cliché fílmico demasiado típico, pero, mierda, el chico estaba bueno.

Se sentó en la barra. Pidió un trago ligero y, aprovechando la luz que llegaba desde el puesto de la bartender, se puso a leer un libro acerca de medicina. Nico no lo sabía con certeza, pero, por el cuaderno en que tomaba apuntes a un lado, y la edad que aparentaba el sexy desconocido, le pareció que era un documento de su universidad. Y, aquí entre nos, estaba en lo cierto.

Disimuladamente, di Angelo le observo por unos minutos. Ese no parecía el mejor lugar para estudiar. Él, de por si, no lucía muy cómodo. Cada vez que ponían una canción demasiado popular, y la gente ebria del lugar la coreaba con potencia, el rubio bufaba con pesadez.
Sin embargo, tras ver que, con cierta constancia, el chico miraba la hora en su celular, creyó que probablemente estaba esperando a alguien.

Y sus sospechas fueron confirmadas cuando su tono de llamada se unió al bullicio del lugar y el pecoso desconocido atendió, hablando con una voz levemente mandona.

- ¿Dónde están? ¡Llevo mucho rato aquí! - frunció el ceño al notar que se escuchaba levemente entrecortado. El rubio revisó su teléfono, encontrándose con la sorpresa de que, efectivamente, la señal era un asco. - Tch. Espérame un poco, Cecil. - con una mano tapó el micrófono de su celular y se dirigió a Nico, quien se sorprendió por eso - disculpa, bonito ¿puedes cuidarme mis cosas?

Medio adormilado, entre el alcohol en sus venas y el cumplido del sexy desconocido, Nico asintió.

- Gracias. - le guiñó un ojo y se fue a buscar un punto donde su teléfono recibiera mejor señal. Nico le observo marcharse y hasta su modo de caminar le pareció atractivo. Aún que tal vez solo era el alcohol o su cerebro buscando deshacerse por completo de cualquier pensamiento acerca de Percy. La verdad, ni siquiera le importaba demasiado.

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora