Nico!Hombre Lobo, Will!Humano.
Era de noche, una oscura noche por la ausencia de Madre Luna. La sombra del crepúsculo se cernía sobre el bosque y el lobo de oscuro cabello perdía sus marrones ojos en aquella claridad del color del cielo que tantas veces le había quitado el aliento en el pasado.
Mientras sus peludas orejas, las que se asomaban en medio de su pelo, estaban erguidas, mostrando una posición de alerta, su cola ha caído abruptamente en señal absoluta de calma y relajación. Sus sentidos estaban sobreestimulados por la situación. La respiración de él era la misma, podía escucharla, pero su nariz no estaba recibiendo la fragancia a menta y a sol que alocaba su pulso hacía ya un tiempo, ¿Qué estaba pasando?
Las criaturas nocturnas eran bendecidas con la maldición de la inmortalidad, mientras no fueran ciervas de la luna.
Las ciervas de la luna podían desvanecerse de la existencia física, ese había sido el destino de su hermana hacía mucho tiempo. Madre Luna, en el cielo, la había elegido como una de las suyas y se la había llevado al cielo, a ser una de sus estrellas, dejándolo solo en el asqueroso mundo terrenal.
Los otros lobos habían intentado que se integrara con los demás, pero al final del día no era del grupo. Por mucho que se hablara de la lealtad de los lobos como una manada unida, lo cierto es que eran allegados a una sola pareja y por muy buenas que fueran sus intenciones, el lobo continuó sintiéndose solo en su compañía, por lo que se apartó lenta y progresivamente de la manada, hasta no tener nada que lo atara a ella más que el recuerdo de su hermana.
Se fue lejos, al borde del bosque, donde estaba la aldea humana y fue encontrado en su soledad por un humano de rubios mechones curvados y con el rostro adornado por símiles de las estrellas de Madre Luna. Casi podía ponerse a trazar constelaciones en sus mejillas, pero su sonrisa... Dios, esta podía llegar a sentirse más radiante que su espíritu guardián .
El humano, Will Solace se llamaba, comenzó a llenar sus días de una luz que nadie en su manada había traído de regreso y su cola se relajaba cada vez que percibía la fragancia de la menta inundando su nariz, por tenerle tan cerca. Y si lo bien que se podía describir no hubiera sido suficiente para comerse su alma, hubo algo que se impuso sobre sus sentidos, y fue la animosidad tan brillante que lo inundaba cada vez que él estaba a su alrededor.
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#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)
Random30 días de retos con el precioso ship que nos dio el tío Rick :3 Will Solace×Nico Di Angelo ----- Actualizó cada 10 días con un OS nuevo. Títulos genéricos xD La lista de días está en la primera entrada. Está historia fue hecha con toda mi devoción...