Dear Evan Hansen [Solangelo en musicales IX]

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Canción: If I Could Tell Her (aunque la verdad, hay cosas de todo el musical hasta llegar aquí)

Nico estaba seguro de una sola cosa; la mentira se le había ido de las manos.

Pero para explicarles, debo retroceder un poco.

Su psicólogo le había recomendado escribirse cartas a si mismo. Algo así como "Querido Nico di Angelo, este será un buen día y aquí está el porqué", con el propósito de hacerle sentir más confiado acerca de su día a día.
Pero justo en aquel momento no se sentía de ánimo. Escribió una carta en que se decía a sí mismo que iba a apostar por algo más en la vida y si no funcionaba entonces acabaría con todo.
Ese algo fue Will Solace, chico del que estaba profundamente enamorado desde hacía un tiempo. 

La escribió originalmente en papel y luego iba a pasarla a computador, para imprimirla. Y en eso estaba, en la sala de computación de su escuela, intentando conseguir el papel ahora marcado por las letras de su desesperación. 

Entonces, a la sala entró él. 

Leo Solace. El hermano adoptado de aquel chico que tanto le gustaba y la persona que le había empujado esa mañana. Probablemente no había estado pasando un buen día, así que, en su ira, le había agredido impulsivamente. 

Ahora se veía mucho más tranquilo. Al verle suspiro y sacando un plumón de su bolsillo le pidió disculpas. 

- Lo siento por lo de esta mañana. - le quitó la tapa al plumón y tomó el brazo lastimado de Nico con su mano no dominante. Ante el desconcierto de di Angelo, él escribió su nombre en el yeso que cubría su brazo - Ya. Para que los dos podamos fingir que tenemos un amigo.

Leo y él hablaron por unos minutos, antes de que el chico viera la nota que estaba siendo impresa y, al leer el nombre de su hermano en medio de esa hoja, se la quitó, alejándose de allí, sin que Nico pudiera detenerlo. 

Al día siguiente, Leo no volvió a la escuela.

Se enteró, un poco luego, de que él se había suicidado.

Cuando, en su bolsillo, encontraron su propia nota, los padres creyeron que era una nota de suicidio dedicaba a él, a lo que le increparon, preguntando si es que Leo había sido un amigo suyo

Y, al ver el dolor en los ojos de Naomí Solace, desesperada por creer que su hijo había tenido alguien que le hubiera querido, no pudo decirle que no, que su hijo murió sin tener a nadie a su lado. 

Y le mintió. 

Le dijo que él y Leo eran muy amigos por correo y, con ayuda de Percy, un amigo suyo, creo correos entre su persona y el presunto Leo Valdez, con los que fingió frente a la familia de ella. 

Cuando estuvo con ellos una noche, pudo ver el rostro ensombrecido de Will, negándose a leer la "carta final de su hermano". Nico se le acercó y, tragándose los nervios, pues le veía muy afectado, trató de hablar con él, y es que, honestamente, le apretaba el corazón verlo deprimido como estaba. 

La falsa carta de suicidio que él había hecho estaba frente al rubio, pero él no la había leído, por mucho que su madre le insistiera, diciéndole que le serviría para conocer los sentimientos internos de su hermano. 

- ¿no vas a leerla? - le preguntó Nico con suavidad.

- ¿Para qué? - la voz de Will era seca, denotando que por dentro era un manojo de sentimientos que no sabían que pensar de aquella faceta que no había conocido de Leo cuando estuvo vivo- él nunca estuvo conmigo. Se drogaba constantemente y no se relacionaba con nosotros. No me alejaran de la idea del monstruo que sé que era solo con una cartita. 

Nico lo veía en su expresión herida. Seguramente había querido acercarse a Leo en vida, pero él le desplazó, lo que generó un resentimiento bastante intenso en su pecho.

- es su último mensaje, deberías. 

Will bufó entonces. 

- Está bien. Lo haré. Pero no esperes que cambie nada. - al menos esas fueron sus palabras, porque cuando leyó "apuesto por Will, es todo lo que me queda", tuvo que tragar saliva - ¿por qué aparece mi nombre aquí?

... ¡Mierda! 

Maldijo di Angelo, mordiéndose la lengua. Una vez más su mentira le pisaba los talones. 

Una idea refulgió en su mente. Si bien no sabía si es que eran los pensamientos del Leo real, que algún día existió, se notaba que Will lo necesitaba. -Y le serviría poder liberar los sentimientos de su corazón-.

- Él creía que eres genial.

- ¿qué yo era genial? ¿Mi hermano? - la expresión de Will se suavizó levemente. Lo cierto es que él, en el fondo de su corazón, había querido a su hermano y la posibilidad de que hubiera sido mutuo en realidad sonaba peligrosamente agradable. 

- ¡De verdad, totalmente! - Nico intentaba sonar convincente, por eso sus sentimientos fueron dejados en sus palabras.

-¿cómo? - un poco de inseguridad se deslizó por su garganta, a lo que el de cabello azabache sintió como su boca se movía casi por su cuenta.

- Bueno... - él le miró a los ojos con dulzura -él me dijo que no hay nada como tu sonrisa. Que es tan sutil, perfecta y real. Él también dijo que nunca te has dado cuenta de como puedes mover el corazón de alguien con ella. Él dijo que sabía que cuando te aburres dibujas estrellas en las orillas de los cuadernos y que a veces llenas los quizzes de las revistas para adolescentes.- las mejillas de Will se llenaron de rojo, algo apenado y conmovido por lo que di Angelo le decía, mientras el otro le miraba a los ojos con una calidez intensa. Nico también tenía sus mejillas algo sonrojadas y es que se encontraba abriendo su corazón - Pero él lo mantuvo todo en su cabeza. Y es que aun que quisiera, no sabía como decírtelo, no encontraba las palabras. - Will agachó la cabeza levemente entristecido, a lo que Nico alzó su mentón con dos dedos, para que le mirara. Trato de hacer sus palabras le hicieran notar lo maravilloso que era - el siempre decía "si tan solo pudiera decirle, cuanto significa para mí, pero nos separan miles de mundos. Y no sé como empezar la conversación".

Se quedó callado unos momentos, antes de que Will le sonriera envuelto en una sensación cálida. 

- ¿él dijo algo más? 

Nico no esperaba esas palabras, por lo que quedó en blanco unos momentos.

- ¿S-sobre ti?

Creyendo que no habría mayores cosas que decir, Will agitó las manos con premura. 

- D-descuida, no te preocupes, de verdad no me importa- su voz salió aceleradamente. 

- ¡No, no, no! - Nico negó, también hablando rápido, para contrarrestar a Will - Él dijo muchas cosas, solo intentó recordar las mejores - acotó, antes de seguir buscando en sus sentimiento - él dijo que te veías muy lin-.. ¡Hmp..-! quiero decir, que te veías muy genial cuando te pusiste esas mechas de color púrpura en tu cabello.

- ¿lo dijo? - el de rostro estrellado le sonrió con los ojos brillantes y di Angelo sintió como su lugar ideal en la vida era allí, apreciando su sonrisa. 

- Y él adoraba cuando te ponías a hablar de medicina y te ibas a la tuya, aún si nadie más entendía de que hablabas. - se animó a acariciar una de sus mejillas con la yema de su pulgar - él siempre pensó que eres increíble, pero no podía decírtelo ¿pero cómo te animas a... -tomó aire para lo que diría- decir "te amo"?

Will se veía tan ilusionado frente a él, que Nico sintió como el sentimiento se removió su pecho intensamente. Sin poder frenar su corazón, se inclinó hacía adelante y, tras sus sentimientos codificados, unió sus labios con los del rubio. 

Tal vez ahora si pudiera decirlo.

[1327 palabras]

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora