Aleteos entre flores y promesas [Ángeles IV]

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Nico, el ángel solar, acaricia con sus pálidas yemas los delicados pétalos del ramo de cinco tulipanes amarillos que tenía en su poder. Mientras sus ojos marrones recuerdan lo ocurrido hace tan poco, se le suben los colores al rostro y suspira, sintiéndose casi en una burbuja de dulzura que nunca había experimentado antes, pero que por culpa del rubio se estaba volviendo parte de su humor natural. 

No sabía que las flores crecían por aquí. — Una voz habla a sus espaldas, haciendo que casi pegará un salto. 

Busca al otro con la mirada, aún si ya sabía quién era el recién llegado antes de mirarlo solo por su voz. El ángel solar de rubios cabellos, quien tiene su labio adornado por una cicatriz que sufrió su cuerpo en vida, estaba ahí.
Jason, el ángel de los reglamentos, era probablemente de los pocos ángeles que se habían relacionado realmente con Nico desde que llegó al reino celestial. Con decir que era de los pocos que conocían el pasado del azabache era decir suficiente, pues los seres eternos eran muy recelosos con las heridas de sus almas y no se hablaban de sus vidas pasadas con frecuencia. 

¡J-Jason! — Con una sonrisa nerviosa, intenta ocultar el ramo, a pesar de que ya es muy tarde. — Que... Que sorpresa verte.

Pensé que habrías estado muy solo este tiempo y venía a verte, pero... Parece que no era tan necesario. — El azabache desvía la mirada, ya sin esconder los tulipanes. Sabe que no servirá de nada. — ¿Quién es?  No voy a juzgarte, claro. Solo encuentro curioso que te haya dado flores.  El amor entre los ángeles de su mismo tipo si que existía, pero solían regalarse arreglos de nubes u objetos divinos. Las flores solo creían en el reino mortal y los solares no solían viajar por las tierras de los humanos. Los que iban por ahí eran... — Nico, ¿En qué estás metido?  

Se había dado cuenta y Nico solo puede lucir notoriamente nervioso, pensando en qué podría decir su amigo al respecto. 

— Yo... en nada...- He estado aquí con las manos atadas. No he podido hacer nada. — Desvía la mirada con clara culpabilidad.

— Nico, estabas condenado a una temporada en aislamiento. Y de repente apareces con flores del mundo mortal.  El rubio le mira con seriedad. — Voy a ser directo ¿Te estás viendo con un ángel de la luna? 

Nico no podía mentirle a Jason. Y no por un detalle bonito de su amistad, sino que literalmente no podía ocultar la verdad al rubio, por culpa de su misión como ángel de los reglamentos. Él murió cuando su hermana mortal y él intentaron huir de casa, lejos de su madre drogadicta, lo que acabo en su muerte. Su último pensamiento, si no hubiera huído de casa, había generado que todo el que pensará en romper alguna regla o recordara haberlo hecho estuviera en afinidad con su dominio y podría ser leído como un libro por el ángel solar. 

— Te odio. 

Sin ganas de esforzarse en mentir, solo suspira antes de empezar a contarle a Jason quién era Will y todo el tema de cómo consiguió las flores. 

¿En cuántos días no había venido Will? Realmente lo estaba extrañando más de lo que debería, pero ahí estaba mirando a las nubes bajas, esperando que las atravesará y viniera a su encuentro

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¿En cuántos días no había venido Will? Realmente lo estaba extrañando más de lo que debería, pero ahí estaba mirando a las nubes bajas, esperando que las atravesará y viniera a su encuentro. 

Ah~... Extraño su sonrisa. 

Se permite añorar su compañía y los detalles que la componían. Lo lindo de su risa, el cómo se esfuerza en las conversaciones a las que cada vez es menos reticente. No podía evitar creer que fuera a decir esto, pero realmente empezaba a creer que haber ayudado a su hermana no había sido una trenza entre beneficios y consecuencias negativas. Todo se sentía como victorias. Tal vez, solo tal vez, a veces interferir en las situaciones no era solo algo ma...-

Debía detener esa línea de pensamiento peligrosa. Realmente no podía permitir que el rubio se metiera en su mente al punto de hacerlo sentir contaminado. Era un ángel solar. Interferir traía consecuencias negativas: Ése era su mantra. 
¿Tal vez debía decirle que debían tener distancia...? 

— Feliz San Valentín, plumitas. Tan metido en su cabeza estaba que no había notado cuando su luz de alas negras ya estaba de pie ante él con esa sonrisa cálida que tanto había extrañado en los labios. Le estaba extendiendo un ramo de flores amarillas como pequeñas campanas, mientras sus mejillas estaban coloreadas de un color rojizo. — Lamento la tardanza. Llegar a la tierra mortal es sencillo, pero cuando tienes que revisarla a pulso para encontrar algo específico que no tiene ver con tu jurisdicción se vuelve eterna. Will llevaba visualizando que diría durante todo su viaje, tal vez por eso y los nervios es que ahora estaba con una especie de diarrea verbal, donde casi cualquier concepto salía de su boca. — Entre eso y mis tareas, por eso me demoré tanto. Lo siento de nuevo. Pero...- Esto es para ti. Le sonrió entonces con esa dulzura que Nico solo le conocía a él. Sus ojos se cerraron por culpa de su mejillas estrelladas que fueron alzadas por sus comisuras. Era adorable. — Quiero...- Quiero darte las gracias. Aún si yo fuí quien vino a acompañarte, yo...- Desde que comenzaste a aceptarme también dejé de sentirme tan solo y yo...- Quiero agradecerte por eso, Nico.

Fue perderse en lo lindo que era y solo suspirar. Al demonio con la distancia, él quería seguir causando que tuviera esa expresión. 

Jason escuchó la historia de su amigo azabache sin comentar mucho y aún si Nico se guardo muchos detalles, aún así podía ver más allá de los sentimientos del azabache: De su deseo de romper las reglas por Will y conseguir aunque sea un mísero cont...

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Jason escuchó la historia de su amigo azabache sin comentar mucho y aún si Nico se guardo muchos detalles, aún así podía ver más allá de los sentimientos del azabache: De su deseo de romper las reglas por Will y conseguir aunque sea un mísero contacto. 

— Mira, Nico, me encanta verte feliz. En serio, solo por eso no te delatare. Pero...- Ten cuidado. No dejes que te contamine. No quiero perderte.

[Continuará...]

¿Opiniones~? 

Espero que les haya gustado -w-

Como escritora, mencionar flores implica meterte a google a buscar significados de flores akakaka Así que vengo a compartir un poco de lo que descubrí. 

1.-  Encontré en una página que regalar un ramo de rosas con cinco flores es un mensaje de Te amo aún si no puedo usar las palabras (o sin contacto, la verdad ya no me acuerdo, pero cualquiera de las dos me sirven para esta historia). Iba a la rosas, pero yo quería usar otra flor, así que solo consideré el número. 

2.- Los tulipanes amarillos significan un amor sin esperanza.

En conjunto serían un amor sin esperanza que quiere confesar aún si no puede directamente -w-

Debo decir que tengo dos finales para esto en la cabeza . _. Uno más "realista" que el otro y ahhhh. No sé cuál quiero usar ;;;;;

En fin, los quiero mucho y nos leemos la próxima <3

[1194 palabras]

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora