Malavita (mafioso)

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Lo admito. La mayor parte de la trama de ésta historia no me pertenece. Yo no sabía que hacer y una amiga, a la que le pedí consejo la creo por mí.
La redacción y el final si es culpa mía.
¡Vuelven Alex y Leslie! así que si alguien se saltó homofobia (yo a veces cuando leo este tipo de historias me leo solo los que el topico me interesa) y no sabe quienes son pos xd de ahí salieron. 

Por la ubicación de ésta trama usaré los dioses romanos. Si hay alguno que no reconozcan sólo pregunten ^^ estaré atenta. Yo, por ejemplo, no sabía que Mors era Tanatos.

Sino lo han notado hasta ahora, no sirvo para tramas oscuras :3 mis historias siempre tendrán matices de alegría y dulzura :3

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Italia. Un país europeo aquejado por una de las mafias más latentes del mundo. Es conocida como "Malavita" y  a su líder se le conoce bajo el seudónimo de Plutón.

A éste lugar a llegado un chico de dorado cabello y ojos resplandecientes de sueños y esperanzas en ser el mejor médico del mundo... hasta que su plan es truncado bajo la imperativa necesidad de trabajo que le llevó a, además de estudiar, trabajar a medio tiempo en un McDonald's. 
El pecoso había ganado una jugosa beca en una universidad de gran prestigio en el país. Su madre le proveía de dinero a distancia y así pero, tras ciertos problemas ecónomicos, Naomi no tuvo más opción que dejar a su hijo a su suerte, cosa que el rubio le exigió pues no quería ser una carga para su madre. 
De cualquier modo, tenía problemas económicos, pues no tenía lo que se diga la mejor fuente de ingresos, lo que le hacía estar en una cúspide inestable, pero sobrevivía raspando. Llevaba así más de un año y el estrés de esto le subía lentamente por la espalda.

Una tarde estaba cerrando el local, siendo el último su turno había sido su responsabilidad el dejar todas las cosas cerradas y guardadas. Había salido al callejón, al que se llegaba desde la puerta trasera, a dejar la basura como última tarea. Allí encontró algo que le puso la piel de gallina. 

Era un chico. Tenía el cabello largo de un color rubio castaño recogido en una coleta que caía sobre su hombro y los ojos apretados ocultando unos preciosos orbes de color miel. Se sostenía la zona donde debería estar su ombligo con fuerza, se notaba que sufría y la ropa en esa zona estaba manchada de sangre. Respiraba pesado. 

Will, preocupado por aquel desconocido, se le acercó. El hombre abrió los ojos. Tenía la mirada perdida, además de la frente perlada de sudor, y en cuanto notó que le observaban aquellos azulados orbes pertenecientes al pecoso ahogó un grito y sacó una de las manos de su abierta herida para tomar la pistola que había detrás de su cuerpo. Al parecer, -mortalmente alterado por la presencia del rubio-, procedió a apuntar al contrario con toda la seguridad que sentía haber perdido hacía como diez minutos. 

- ¡Q-quieto, amigo! - Solace palideció al ver su posición - ¡N-no te haré daño, quiero ayudar! 

El otro calibro sus opciones. El rubio no parecía un enemigo y la verdad es que no le quedaban balas en su arma, estaba haciendo pantalla ¿sería buena idea?

- ¿M-me puedes ayudar? - retiró su mano y la zona se lució peor de lo que Will se imaginó. El oji-azul sabía que no debía solo ayudar a alguien que acababa de apuntarle con un arma, pero ¡Diablos, el miedo de morir en sus ojos era real! Ese ataque había sido pánico. El otro simplemente estaba aterrado e iba en contra de sus principios dejar a alguien así de malherido- tuve un problemita con una bala -intentó reír para amenizar la situación, pero sabía que no era el momento correcto. Luego arrugó su rostro en una mueca causada por el dolor y el esfuerzo.

- ¡Hay que quitarte eso! Te llevaré al hospital. - demandó el pecoso, pero el herido negó. 

- ¡Hospital no! ¡muy público! Si mi jefe se entera de esto... ¡Me echan! - Will sabía que era imperativo curarle, pero una parte de sí empatizaba con la mirada desesperada de "no quiero perder mi empleo" de aquel desconocido. Buscando una vía alternativa recordó que por tareas de la universidad tenía mucho equipo medico y si bien sería bastante casero, sabía que podría hacer un buen trabajo express, además que vivía practicamente al lado del recinto donde estaban así que no tardarían mucho. Era mejor eso a dejar que se infectará la herida. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora