Repetir... repetir... repetir... [A Bruabba fic/JJBA Vento Aureo]

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Rojo. 

Es el color oscuro y agresivo de la sangre que tiñe el suelo de aquel edificio. 

Rojo. 

Es el color del líquido que le mancha las manos, mientras intenta hacer presión contra la herida. 

Rojo.

Es el color que abandona el cuerpo de su hermana, Bianca, mientras ella va perdiendo el aliento. 

— No fue tu culpa, Nico...

Lo fue. Si él no hubiera aceptado ese soborno, ella no estaría muriendo. 

— Cui... Se le corta la voz. Sabe que los paramédicos no llegaran a tiempo, así que aún así se esfuerza en juntar las energías para decir sus últimas palabras. — Cuídate, hermanito. 

Ha sido su culpa. Es lo único que puede pensar, mientras las lágrimas caen de sus ojos. A penas puede respirar, se le cierra la garganta, la vista se le nubla. 

Puede oír por los sonidos a su alrededor al respecto, el criminal está huyendo. No le importa. Nada importa, solo quiere salvar a Bianca, quiere arreglar sus errores, quiere borrar todo lo que ha hecho. 

Quiere volver a ver el pasado, para cambiar las cosas. 

Es el recuerdo que se aferra a su corazón y que le da forma a su alma.

Nico di Angelo tenía un sueño cuando niño y era crear justicia, ser un héroe

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Nico di Angelo tenía un sueño cuando niño y era crear justicia, ser un héroe. Eso, y estar siempre con su hermana eran todas sus aspiraciones. Ahora, tomándose al seco su segunda cerveza, sabe que la vida realmente no vale la pena. 

¿Cómo había terminado todo así? 

Cuando niño, creía que con voluntad y paciencia todo era posible. Creía en los héroes también: Que él podría ser uno. Así que se alistó con la policía, al igual que lo había hecho su hermana mayor unos años antes, e intento ser un oficial justo, noble, en una ciudad hundida hasta el fondo de corrupción.

Pronto cayó en cuenta de que sus compañeros no eran igual de honestos. 

Todo el cuerpo estaba manchado de sobornos y tretas. 

El fatídico día llegó con un aviso. Se acercaba el cumpleaños de su hermana, Bianca, y no tenía dinero para darle un buen regalo. Estaba estresado de por sí. Y entonces vio a alguien cometer un crimen menor e iba a arrestarle, pero como iban las cosas en la ciudad, éste pensó que podía sobornarle. Le ofreció dinero y Nico tragó saliva, mientras las dudas que habían llenado su corazón hasta entonces terminaban por explotar ¿Por qué él tenía que ser una persona honrada mientras todos los demás fingían para las cámaras y eran retorcidos por la espalda? Aún si arrestaba a este hombre e iba a juicio, ese dinero que le estaba ofreciendo, solo acabaría en manos de alguien más y le dejaría escapar sin castigo alguno. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora