Se alarga, se enreda, se une... [Hilo Rojo]

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PODRÉ VIVIR MI MOMENTO DE SER UNA ESCRITORA DE AO3 :D

Disculpen la demora, chikis :( Me habría puesto a escribir pero tenía una amiga de visita y estaba con ella y luego tuvimos problemas con el gas que se nos quedó abierto . _. Casi dormimos en el patio para no intoxicarnos unu
Pero ya estamos bien y pude seguir con el capítulo :D Espero que les guste <3

 Casi dormimos en el patio para no intoxicarnos unuPero ya estamos bien y pude seguir con el capítulo :D Espero que les guste <3

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¿Silena...? 

El rubio estaba muy confundido por la repentina aparición de la chica, aunque de cualquier forma había una sonrisa en su rostro solo por verla. Ella había interrumpido su tiempo ordenando sus cosas en la cabaña siete, por lo que no estaba haciendo nada importante que no pudiera detener por escuchar a su querida amiga, capitana de la cabaña de Afrodita.

¡Apareció, Will!

Ella cortó sus palabras lanzándose a abrazar a su pequeño amigo con más emoción de la que él hubiera esperado, por lo que terminaron perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo, pero eso no detuvo a la hija de Afrodita de lanzar prácticos diamantes de los ojos, todo debido a la emoción.

¿Qué...- Qué apareció?

Ella se levantó de donde estaba sobre él y lo jaló para que estuviera de pie de nuevo, con más emoción de la que debería expresar. 

¡Apareció! ¡Apareció! — La chica levantó su dedo meñique y esperó a que él fuera el que entendiera el mensaje, con una sonrisa radiante adornando su rostro. 

Will observó los gestos de su amiga unos segundos, intentando interpretar lo que quería decirle. Y, cuando lo logró, la tomó de las manos y se puso a saltar con ella, igual o más exaltado. 

¡¿Es...!? 

— ¡Si es!

¡No te creo!

¡Te lo juro por Zeus, Poseidón, el dios que quieras! ¡Lo veo!

El hijo de Apolo miró su meñique, donde él no podía ver nada, y luego volvió a mirar a su amiga, compartiendo la ilusión de la mayor. 

¿Y dónde lleva? ¿Quién es?

Silena solo negó con una sonrisa. 

No lo ví, solo...- Sentí que había uno nuevo aquí. Vine a verte en el momento, por si podías ser tú, ¡Y lo eres! 

Will sentía que su pecho repiqueteaba.

Pero, bueno, ¡vamos a ver! Guíame. 

La hija de Afrodita entrelazó su brazo con el hijo de Apolo, a quien veía como a un hermano menor, y comenzaron a caminar. La fémina dirigió la marcha, siempre observando el delgado hilo rojizo que solo ella podía ver gracias a la bendición de su madre que poseía. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora