La mañana [Omegaverse II]

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La primera vez que le habló en serio, no pudo apreciarlo ¡Estaban en medio de una batalla, joder! Pero para la segunda, cuando estuvo a su lado con más calma ¡Dioses! Olía excepcionalmente bien. 

En serio. El alfa tenía una esencia a menta tan envolvente que Nico se sintió abrumado por ella al instante.
En los tres días que paso en la enfermería ¡Dioses! Will pasaba tanto tiempo ahí, desprendiendo sus feromonas para calmar a sus pacientes que ese lugar era como una fuente inagotable de su espléndido aroma.
Desde eso, el olor del alfa se había vuelto casi una droga para el azabache que colmó sus sentidos. 

 Al menos en eso pensaba cuando, medio adormilado y con las hormonas más relajadas, el omega comenzó a abrir los ojos en un nuevo día con esa embriagante fragancia adentrándose por cada uno de sus poros. 
Estaba en aquella cama sólo con  el rubio. Sus ropas estaban húmedas y le incomodaban por el sudor. Su mente estaba en una nebulosa intensa ¿Qué había sucedido? Se preguntaba con cierto nervio corriendo por su cuerpo al recordar vagamente que le había llegado su celo y había pasado bastante tiempo solo con su alfa. Sin pensar demasiado corrió hacía el espejo de su cabaña y con roces de desesperación comenzó a buscar en su cuello alguna señal de que se hubiera excedido con su pareja. 

Nada. No había una marca. Suspiró, colmado de alivio. El omega le tenía muchísimo miedo a aquellos sellos, después de todo no creía en la consistencia de las relaciones humanas del todo, -lo estaba trabajando pero aún le daban suma desconfianza los "juntos para siempre" y demás cursilerias-. Palabras regularmente vacías que, para un omega como él, podían llegar a ser mortales por la dependencia natural que creaban las marcas. Si llegaba a tener un vínculo como aquel y Will lo dejaba o engañaba o se moría o ni siquiera hacía algo malo, pero su mente confundía sus intenciones como algo de lo anterior, la marca aumentaría su dolor metiéndolo mínimamente en una depresión intensa. Por ello las marcas eran riesgosas para el omega. 

Su cuerpo sudoroso le exigió una ducha y todo lo demás, pero lo que más anhelaba en esos momentos era comida. Su estómago gruñía, así que sabiendo que era un asco, se cambió su ropa por otra limpia. Resistiría un poco más así. Tras ello se acercó al rubio, que aún dormía y se sorprendió de que el alba no lo hubiera llamado. Supuso que había gastado muchas energías en apoyarlo en su estado errático y ahora estaba agotado. Sintió ternura agolpándose en su pecho. Se le acercó y con suavidad quitó uno de los mechones de su rostro para contemplarlo unos instantes. No tenía idea de que habían sido específicamente las cosas durante su celo, pero... Sabía que Will había estado ahí. Que lo había acompañado en cada instante y por ello estaba más que sumamente agradecido. Razones como esas eran por lo que lo quería como su novio; el hijo de Apolo era un encanto y hacía a su oscuro corazón saltar. Se veía tan apacible en medio de sus sueños, a ojos del hijo de Hades, que estremecía su mente llenándola de melosos planes y deseos que jamás dejaría que los demás supieran.

Bueno. 

Hecha mi labor fluffera del día de hoy, pasemos al resto. 

Tras observar el lindo rostro del chico unos momentos... Lo agarró por los hombros y comenzó a remecerlo con fuerza hasta que sus azulados orbes fueran apreciados por el mundo. 

- ¡Ok, Sunshine, suficiente sueño! - Ok. Dejemos en claro algo... ¡Will siempre despertaba a Nico! El que el azabache estuviera despierto primero era una maldita joya que iba a aprovechar.

El rubio abrió los ojos alterado y con la respiración agitada, por el susto. 

-¡Jason, te juró que yo no marqué a nadie! 

...

Nico lo miró, enarcando una ceja. 

- ¿En serio soñabas con eso? - le increpó, a lo que el rubio carraspeó, antes de sentarse bien e intentar inútilmente arreglar su cabello. 

- C-callá. Si llegará a hacer eso Jason me mata - lo cierto es que el trauma del rubio era perfectamente entendible y pretendía defender eso .

- Sunshine - le sonrió con una dulzura alarmante - si lo hicieras yo te mataría primero.

- Si lo hicieras luego de que te marqué morirías - replicó el rubio, con una sonrisa cómplice.

- CIerto, cierto. Tendré que quedarme sin marca si quiero matarte para quedarme con toda la fortuna - la diversión en los ojos del azabache le parecía una obra de arte simplemente invaluable. 

- ¿Me propondras matrimonio, di Angelo? Porque para que mi herencia te llegue necesitas marca o estar casados - el rubio no se quedó atrás en aquella conversación. Esa dinámica que tenía con él era de las razones por las que despertaba en las mañanas... Oh bueno, eso y la apabullante cantidad de luz solar que entraba por su cabaña.

- Cierto, ¿me das tu talla? Veré si Leo puede hacer algo.  -sonreían. Tras cada broma hay algo de verdad y ambos sabían que si bien no sería pronto, su conversación era una meta que querían compartir.

 Se tomaban el hecho de no tener que basar su relación en una marca como algo poderoso. Un amor al estilo de los betas, sin destinados ni nada por el estilo (por mucho que ellos lo fueran). Querían demostrar que esperar no era prueba de falta de amor en ningún sentido. Mientras hablaban se acercaban levemente al punto de casi rozar sus labios. 

- Bueno. Hay que ir a desayunar -allí fue cuando el omega decidió tomar su segunda venganza contra el rubio, apartándose de él y negandole el beso que el pecoso deseaba (y que el también, pero Némesis le estaba gritando que aprovechara su oportunidad) . 

- ¡Nico! - el alfa hizo un puchero por el tacto evitado.

- Nada de peros, el desayuno es la comida más importante del día ¿no? - se mofó comenzando a caminar hacia la puerta de su cabaña. 

- ¿Y voy así nomás al Comedor? Apestó a nosotros dos. - eso era cierto. Su ropa tenía una cantidad increíble de aroma a su menta y a los gladiolos de Nico - Si salgo así van a pensar que nosotros...- no acabó la frase pero ambos sabían a que se refería - Y si Quirón piensa eso no se va a tragar mi "por razones médicas" y la ley Alfa Con Omega JAMÁS Solos En Una Cabaña nos va a arruinar el que me pueda calar aquí. 

Que eso fuera lo que más le preocupaba de algún modo era tierno a ojos de Nico. 

- Vale, vale. Pasamos a tu cabaña primero a que te pongas ropa limpia ¿de acuerdo?  -el omega lo tomó de la mano -  y ahora vamos, que en serio hoy tengo hambre.

Y así inició un nuevo día en el campamento para la pareja del Alfa -Will Solace- y el Omega -Nico di Angelo-. 

-_-_-_-_-_-_-

Un fluff cortito antes de seguir con mis matanzas -w- 

Entiendo que el tópico de los últimos OS no les gusté a todos ;n; así iré intercalando otros temas, para no hacer la lata tampoco... ^^"

[Palabras 1213]

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora