El pecado del alma inmadura [Ángeles VI]

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En algún punto de su llanto, Will alzó la mirada y sus ojos azules se encontraron con Nico a la distancia, aun si el azabache no notó su reconocimiento. No sabe qué hace ahí aún, pero las flores ya dejaron claro que no volverían a verse por decisión del ángel de pelo oscuro, además está con otro ángel, uno solar y que si puede tener contacto con él. Las emociones abrumadoras estallaron en su pecho y el rubio salió volando hasta su hogar en el mundo de los ángeles lunares, por lo que en el cielo del castigo solo quedó Nico, temblando, y Jason quien le daba caricias en la espalda, intentando calmar al azabache, cuya herida de alma está quemando.

— Quiero ir con él...

— Lo sé, Nico, lo sé. Pero entiende tus sentimientos. En este momento solo quieres abrazarlo, ¿Qué bien le hará eso? Somos ángeles solares. Nuestro trabajo es cuidar a la distancia, ¿No?

Nico sabe que toda palabra emitida por Jason es totalmente cierta, que debe tener razón, pero su pecho apretado solo quiere aferrarse a Will y rogar perdón por lo mal que lo hizo sentir, ya que sabe que aunque esté intentando protegerlo, el ángel de la soledad está lastimado ahora por su culpa.

— Viste su llanto, Jason. No debí...

— Si debiste, lo estás haciendo porque lo quieres, ¿No?

Nico odia lo pesado pero real que ese sentimiento se siente en su pecho.

— Si...

— Entonces hay que creer en que esto es lo mejor. Volverá a tener más amigos y será un ángel muy feliz, te lo prometo. 

Alguien estaba llorando y definitivamente era por una traición de alguien cercano, eso el ángel lunar de la lealtad podía sentirlo con excesiva certeza, después de todo, ese era su dominio y ¿Cómo podría alguien ignorar esas lágrimas deliberadamen...

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Alguien estaba llorando y definitivamente era por una traición de alguien cercano, eso el ángel lunar de la lealtad podía sentirlo con excesiva certeza, después de todo, ese era su dominio y ¿Cómo podría alguien ignorar esas lágrimas deliberadamente? Percy seguro que no podría, por lo que sus alas negras se extienden buscando el origen del pesado ambiente. 

Y le ve. 

Will Solace, ángel de la soledad. Solían encontrarse de vez en cuando ya que la gente traicionada tendía a sentirse sola, por lo que no eran realmente ajenos el uno al otro, tampoco eran los mejores amigos, claro, pero Percy tenía una imagen mental de él bastante sólida y sabe que esas lágrimas no son parte de su estado general.

— ¿Will? ¿Qué te pa...-?

Los ojos azules del ángel lunar están plagados de lágrimas y se fijan en el ángel azabache que parece estar ofreciéndole una cuerda de salvación o algo similar, sin embargo Percy no puede ni terminar la oración, ante la abrumadora sensación que le llega desde el otro. 

Su sorpresa no es por la expresión del otro, es por las grandes manchas de un color oscuro que se están esparciendo por su piel. Son volutas negras y que se expanden, manchan la piel del ángel lunar, y de ellas se genera una especie de humo, humo de tonalidades rojas y verdes, a veces un poco púrpuras, opacas. El corazón de Percy se comprime al instante, porque conoce esas marcas. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora