#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)

En tus sueños (Trio)

No sé como hacer esto...

A ver... No sé como salió este concepto pero juro que es una aferrada al manso vacio legal :u

Final caca como siempre porque se me acababa el tiempo para escribir.

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- No tienes que hacer esto, Will - en el cuarto del azabache, él y su novio estaban sobre la cama de él. Era de noche y nadie iba por el campamento debido al peligro de las arpias. Nico volteó la mirada, pues su rostro caliente no quería ser observado por el de ojos azulados.

Will negó con una sonrisa y tomó su mano por encima de la cama.

- No tengo problemas con hacer esto por ti, Nico - Solace entendía los pensamientos de su pareja, pero decidió sonreírle de igual forma.

Nico hacía unos meses había descubierto que las pesadillas eran más intensas cuando dormía solo, que cuando compartía cabaña con su medio-hermana, Hazel. Y ahora que la chica de dorados ojos había retornado, al campamento Júpiter, Nico sufrió un leve ataque de intensas y aterradoras pesadillas que le devolvieron a su mal hábito de dormir a penas un par de horas. Hecho que no duró tiempo sin ser descubierto por nuestro médico favorito, quien se escandalizó por el silencio de su azabache. Y luego de un largo sermón, por parte del rubio, el pecoso se ofreció a hacer compañia a su novio, durante las noches. Y ahí se encontraban los dos. Sobre la cama del azabache, mientras se mentalizaban a dormir el uno junto al otro.

- Sólo será dormir, Sombritas. No tienes que tener miedo - la risa que siguió a esas palabras era tan natural que el de piel pálida sólo pudo asentir, dominado por una paz y es que el sabía que Will no era capaz de nada. Literalmente.

Y es que el rubio no quería espantar al otro, por lo que era bastante reservado con el nivel de caricias desde que inicio su relación. No es que a Nico le molestará esto -tampoco tan necesitado-, pero aún así la curiosidad existe por algo ¿no

Pero bueno. Era hora de dormir.

Las luces se apagaron y un dios bastante travieso decidió que era hora de visitar al azabache.

Alguien debía decirle a Hipnos que estaba mal. Que los sueños de los mortales no eran simple plasticina que pudiera amoldar y trizar a su antojo, pero -por el sagrado Olimpo - era tan divertido. Y lo mejor era que mientras más experiencias traumantes acarreará el humano ¡Más fácil era toquetear sus miedos y presiones!

Nico di Angelo era cliente frecuente en las travesuras de ese dios en particular y es que ¿has visto su historial de traumas? ¡Un banquete servido para alborotadores como el dios menor! Pero había un pequeño problema. Nico, aun siendo su juguete favorito, a veces tenía la voluntad de bloquear a cuantos stigmas podía acceder. Y esto dependía de con quien había estado antes de dormir.

Caer en sus redes al lado de Will bloqueaba los miedos atribuidos a muerte, soledad y Tártaro. Sin embargo, siempre había otros tipos de... estrés a los que se podía recurrir.

Para cuando el italiano comenzó a recuperar su conciencia una mano había empezado a recorrer los territorios ocultos bajo la polera que usaba para dormir. Estaba en la oscuridad de su cabaña, pero un toque cálido había empezado a recorrer su piel y esto le alarmó. Abrió los ojos alterado porque podría ser, pero la respuesta le descolocó. Esa mano sin duda alguna pertenecía Will Solace. Pero Nico no entendía que demonios estaba haciendole su novio. Es decir... se sentía bien, pero ¡Ese no era el punto! Lo importante es que Will no hacía esas cosas, pero... se sentía algo bien.