La luna se declaró al sol... Y el sol lloró por ser amado [Hechizo II]

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Ah~ Will, Will, ¿Cómo puede el hijo del sol ser tan suavemente cálido?
Dónde Apolo podía ser abrasador, Will era el calor agradable justo después de pasar un rato largo de frío, al punto en que Nico solo quería ser un pequeño gatito y disfrutar de dormitar en su calidez, donde sabe que siempre estará seguro.

Puede que por eso se le hubiera subido a la cabeza y ahora no quisiera soltarse de su lado. 

Will, ¿Por qué estaba tan lejos? Había un brillo de dolor en su mirada cada vez que se encontraban y se miraban a los ojos, ¿Por qué alguien tan luminoso podía conocer sentimientos que le llevaran a esa oscuridad? No podía entenderlo. No quería permitirlo, iba a hacer sonreír a Will no importaba qué, por eso había llenado su pecho de un valor que no solía ocupar, y se acercó a la cabaña cuatro con un paso algo tímido.

El problema fue que la chica con la que quería hablar, Miranda Gardiner, la capitana de la cabaña cuatro estaba con compañía y no una suave que le hiciera sentir a gusto y en posibilidad de compartir las partes dulces de su corazón. Era Sherman Yang, capitán de la cabaña de Ares y novio de Miranda, un chico ruidoso y el estereotípico hijo de Ares que uno se imaginaría.

Nico consideró las cosas y se frotó las manos, buscando el coraje en sus entrañas. Es por Will, es por Will... Ese cántico interno fue suficiente para que el coraje encontrara lugar en su cuerpo. 

Sherman, que se había estado dejando acariciar el cabello por su novia hasta hacía unos segundos, se apartó de la chica intentando mantener su imagen de chico rudo, a lo que la chica rodó los ojos con una sonrisa entrañablemente cariñosa. 

— Nico, ¿Qué te trae por aquí? — La hija de la diosa de la cosecha dedicó al italiano una expresión, aunque amable, curiosa y es que el azabache no solía pasar mucho tiempo cerca de la cabaña cuatro. O de cualquiera, en realidad, que no fuera la trece -o la siete de vez en cuando-.

Uh... Yo... — Es por Will, es por Will... Podía decirle al hijo de Ares que se fuera, buscando privacidad, pero conociendo el temperamento crudo de Sherman, lo más probable es que se atara a Miranda y no pensará soltarla ni un ápice, por lo que en honor al tiempo, decidió ignorar sus nervios y aceptó preguntar aun cuando la presencia externa le ponía los pelos de punta. Quería tu consejo, si tuvieras que declararte con algún tipo de flor en particular, ¿con cuál lo harías?

Las flores podían dar mensajes y si bien eso era más el territorio de su madrastra, Perséfone, los hijos de la diosa de la cosecha tal vez podrían saber de esto, ¿No? No quería ir directamente con los hijos de Afrodita, ésos le darían una atención demasiado excesiva a todo esto y él no quería algo demasiado ruidoso que convirtiera los sentimientos que estaban explotando su corazón en un festín para los buitres hambrientos de chisme. 

Miranda no necesita declararse a nadie. — El hijo de Ares se abrazó a la cintura de su novia con una vibra claramente posesiva, sin embargo a los segundos se apartó de ella con una sonrisa mucho más juguetona. El hijo de Hades en seguida pudo notar un escalofrío bajando por su espalda mientras que sus defensas querían levantarse. — Así que tienes que estar por un caso tuyo, ¿Vas a dejar de babear por Will y le dirás que te gusta?

Nico se encogió en su propio cuerpo, pero los sentimientos -que estaban quemando en su pecho desde el accidente que había ocurrido con la magia de la hija de Hécate, Lou Ellen, y el hijo de Afrodita, León-, no querían esconder sus ardientes sentimientos por Will Solace. Si, estaba enamorado del pecoso hijo de Apolo y quería decírselo, ¿Era eso alguna especie de pecado que debía enterrar en lo más hondo de su corazón? No se sentía capaz de ello ahora. 

¿Y qué si es así...? — Aun si sus palabras debieron ser mordaces, los ojos del hijo de hades huyeron de Sherman con timidez suficiente para lucir adorable bajo la oscuridad que siempre proyectaba su presencia. Miranda fulminó a su novio con la mirada por estar abusando del otro y su estado nervioso. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora