¿Qué se necesita para vivir más allá de una cargada taza de café humeante por la mañana?
Hasta antes de ese día en particular, Nico sin miedo diría que nada.
El tecleo de sus finos dedos por el teclado solo era interrumpido por las veces en que su mano izquierda se estiraba y tomaba la taza caliente que llevaba a sus labios, para tomar un nuevo sorbo.
Sus marrones ojos ven la tabla de Excel que está en su escritorio impresa y compara los números una vez más con los del informe que está rellenando. El bullicio sutil de su oficina está presente a su alrededor y es incapaz de silenciarlo del todo. La cafeína le mantiene andando al menos, así compensaba las horas que la noche anterior se quedó ante una hoja en blanco sin poder escribir una sola palabra, sin poder dibujar un mísero trazo. Un nuevo suspiro deja sus labios al recordar su patética situación. Al menos la lógica hacía surgir las palabras de su trabajo de oficina aún si de inspiración estaba seco.
Está tan inmerso en su propia tarea que no nota alguien en la silla del otro lado de su escritorio hasta que esa persona toca un par de veces la mesa oscura en la que trabaja.
— Oficina llamando al ángel somnoliento ¿Estás ahí, di Angelo?
Tras parpadear, volviendo a la tierra, Nico solo observa a Sean Miah, su mejor amigo y supervisor, que le observa con una sonrisa que solo demuestra una cosa: Se ha enterado de algún chisme y quiere contárselo.
— ¿No tienes trabajo que hacer? — Le pregunta Nico, volviendo al patrón de mirar la pantalla y luego la tablilla constantemente, para ordenar sus números. Está acostumbrado a trabajar con la mirada del castaño sobre él.
— A diferencia de ti, yo ya terminé mis cosas. — El otro le responde con una sonrisa de superioridad. — Pero escucha, tengo noticias.
El azabache enarca una ceja, esperando que el otro hable. Sabe que lo hará quiera o no, era la clase de confianza que habían desarrollado en el año y algo que llevaban conociéndose, -Básicamente desde que Nico llegó a esa oficina-.
— Ok, Sean. Te oigo, pero empieza luego, que tengo que trabajar.
El castaño sonríe sutilmente, antes de empezar a hablar. Solía ser sarcástico y reservado con las demás personas, pero esa actitud moría ante su mejor amigo, Nico, y cierto miembro del equipo que trabajaba en el segundo piso.
— Entonces, ¿Sabes cómo el escritorio de León — Miembro de recursos humanos, que se ocupaba de mantener los derechos básicos de los empleados y que sabía dónde estaban todos, cuando y con quién. — Está súper cerca de la oficina del jefe? Pues resulta que Felix — La razón de todos los suspiros de Sean, trabajaba en otra área, por sobre sus cabezas, y una vez le había salvado del ataque de una paloma, tema por el que Miah estaba muy agradecido. — ... Me contó que León escuchó al Señor D — El jefe de la sucursal, hijo del dueño de la compañía y una persona que les dejaba hacer lo que quisieran mientras terminaran sus ocupaciones a tiempo. —... Decir que iban a traer alguien nuevo hoy. Y escucha bien, se metió a los archivos del día para saber quién sería y dijo que era lindo, pero que no era su tipo.
Nico ladea la cabeza, sin entender porque esa información era importante.
— ¿Y...?
— Que el tipo de León es gente como nosotros, dark, que usa mucho negro ¿No has visto a su novio? — di Angelo se encoge de hombros, alguna vez le habrá visto de reojo, pero no está seguro. Su vida social se resumía en compañeros y Sean, era todo. — El punto es que si no es así, es probable que sea más de tu tipo.
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#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)
Random30 días de retos con el precioso ship que nos dio el tío Rick :3 Will Solace×Nico Di Angelo ----- Actualizó cada 10 días con un OS nuevo. Títulos genéricos xD La lista de días está en la primera entrada. Está historia fue hecha con toda mi devoción...